La Casa Blanca indicó el miércoles que las organizaciones de noticias que se nieguen a usar el nuevo nombre asignado por el presidente estadounidense Donald Trump para el Golfo de México están diciendo “mentiras”, e insistió en que continuará prohibiendo a los periodistas de The Associated Press asistir a eventos presidenciales.
Trump ha decretado que el cuerpo de agua internacional —limítrofe con México, Estados Unidos y otras naciones— se llame el Golfo de América (Golfo de Estados Unidos).
¿Por qué AP optó por mantener el nombre Golfo de México?
En su influyente Manual de Estilo, la AP indicó que seguirá usando el nombre de Golfo de México, y a la vez mencionará la decisión de Trump, con el fin de asegurar que los topónimos sean reconocibles en todo el mundo.
El intento directo de la Casa Blanca de regular el lenguaje utilizado por los medios independientes —y las medidas punitivas vinculadas a ello— marcan una aguda intensificación en las a menudo tensas relaciones de Trump con las organizaciones de noticias.
En una rueda de prensa el miércoles, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo que “es un hecho que el cuerpo de agua frente a la costa de Luisiana se llama el Golfo de América, y no estoy segura de por qué los medios de comunicación no quieren llamarlo así”.
En realidad, el cuerpo de agua se encuentra parcialmente en aguas que no pertenecen a Estados Unidos y ha sido llamado Golfo de México durante cientos de años.
Trump también ha ordenado que la montaña más alta de Estados Unidos vuelva a llamarse Monte McKinley después de que el presidente Barack Obama cambiara el nombre de ese pico de Alaska a su denominación indígena, Denali. La AP dice que se apegará a la decisión de Trump porque él tiene la autoridad para renombrar áreas que están únicamente dentro de Estados Unidos.
AP es una agencia informativa fundada en 1846, y entrega sus servicios a medios de comunicación en todo el mundo y en varias idiomas. Metro World News es cliente de The Associated Press.
¿Cuáles son las trabas a la libertad de prensa de parte de la Casa Blanca?
El martes se impidió el ingreso de los reporteros de la AP a eventos en la Oficina Oval y en la Sala de Recepciones Diplomáticas de la Casa Blanca.
Aunque un reportero de la AP estuvo en la sala de prensa de la Casa Blanca el miércoles para escuchar los comentarios de Leavitt, fue rechazado en un evento posterior en la Oficina Oval para la toma de posesión de Tulsi Gabbard del cargo de directora nacional de inteligencia.
Julie Pace, vicepresidenta sénior y editora ejecutiva de la AP, le escribió el miércoles a la jefa de despacho de la Casa Blanca, Susie Wiles, objetando estas acciones.
“Las acciones tomadas por esta Casa Blanca estaban destinadas claramente a castigar a la AP por el contenido de su discurso”, escribió Pace. “Es uno de los principios más básicos de la Primera Enmienda (constitucional) que el gobierno no puede aplicar represalias contra el público ni la prensa por lo que dicen”.
La Casa Blanca señaló que se permitió el ingreso de la AP a su conferencia de prensa el miércoles, pero continuó cuestionando el estilo del nombre del golfo. “Nadie tiene el derecho de entrar en la Oficina Oval y hacerle preguntas al presidente de Estados Unidos”, declaró Leavitt. “Nos reservamos el derecho de decidir quién puede entrar en la Oficina Oval”.
En general, cuando se le permite a la prensa cubrir eventos de la Casa Blanca en los que el espacio es limitado, se le permite la entrada a un pequeño grupo de periodistas. La AP, que transmite noticias a miles de clientes en todo el mundo, tradicionalmente ha formado parte de ese grupo en gobiernos anteriores.
Cuando se le preguntó si prohibir el ingreso de los reporteros de la AP era una represalia, Leavitt respondió que el secretario del Interior ha tipificado el cambio de nombre en documentos oficiales y que “prácticamente todos los demás medios en esta sala han reconocido que ese cuerpo de agua es el Golfo de Estados Unidos”.
Un importante consorcio de organizaciones de noticias, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), señaló el miércoles que la medida de la Casa Blanca era “un acto de censura e intimidación que vulnera la libertad de prensa consagrada en la Constitución de Estados Unidos”.
Los usuarios de la aplicación de mapas de Google en Estados Unidos verán ahora el cuerpo de agua con el nombre de “Golfo de América”, informó la compañía. Los usuarios mexicanos verían “Golfo de México”. En otras partes del mundo, Google lo identifica como “Golfo de México (Golfo de America)”.
Así también hace Google con otros nombres controversiales, como Myanmar, impuesto por una junta militar, y el histórico de Birmania.
Otros medios importantes seguirán usando Golfo de México y por razones similares a las de AP.
- El New York Times indicó que continuaría usando Golfo de México, al tiempo que mencionaría el cambio de nombre ordenado por Trump en las historias que hablen sobre ese tema.
- El Washington Post también dijo que usaría Golfo de México en la mayoría de las referencias porque “no está únicamente dentro de la jurisdicción de Estados Unidos y el nombre Golfo de Estados Unidos podría confundir a los lectores globales”.
- Fox News, medio afín a Donald Trump, señaló que, a partir del domingo, usaría Golfo de America en todas sus referencias.
Las contradicciones de Trump respecto de la libertad de prensa
En una de las tantas medidas llamativas que firmó Donald Trump cuando asumió la presidencia de Estados Unidos el pasado 20 de enero, fue la de “restaurar la libertad de expresión e impedir la censura gubernamental”. No se entregaron detalles de a qué se refería.
Pero sí sabe que su gobierno ha tomado medidas contrarias a la libertad de prensa.
Además del veto a la agencia AP, el Pentágono ordenó entregar sus puestos de trabajo en el edificio al New York Times, Washington Post, Politico, CNN, NBC y NPR, la mayoría de ellos críticos de Donald Trump.
Llama la atención la presencia del Washington Post, medio que por orden de su dueño de Jeff Bezos, intervino en una decisión editorial y vetó la publicación una columna a favor de la elección de Kamala Harris. Bezos, además propietario de Amazon, fue invitado a estar en primera fila para el juramento de Donald Trump.
Los puestos que el Pentágono le quitó a esos medios tradicionales, para permitir una “rotación”, le fueron entregados a New York Post, Breitbart, Washington Examiner, The Free Press, Daily Caller, Newsmax, One America News Network, medios conservadores, de ultra derecha y varios de ellos de escasa tradición. La excepción fue Huffington Post, un medio liberal.