En los próximos cuatro años, Donald Trump tendrá la responsabilidad de liderar un país que se encuentra dividido y que enfrenta retos significativos, especialmente en términos económicos y migratorios. Además, durante su segundo mandato en Estados Unidos, se celebrarán los dos eventos deportivos más relevantes a nivel mundial: el Mundial de Fútbol de 2026 y los Juegos Olímpicos de Verano de Los Ángeles 2028.
Aunque Canadá y México también serán coanfitriones de la próxima Copa del Mundo, 78 de los 104 partidos se llevarán a cabo en Estados Unidos.
Ambas candidaturas fueron asignadas durante la primera administración de Trump y hace unos meses, mientras aún era candidato, el presidente electo afirmó que “la Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos, fui responsable de conseguir ambos, de hecho” en el podcast de su amigo Bill Belichick, el entrenador que consiguió seis Super Bowl con los Patriots en la NFL.
La costumbre para el líder de la nación anfitriona consiste en entregar el trofeo durante la final del Mundial (que tendrá lugar en Nueva York) y dar oficialmente inicio a los Juegos Olímpicos de Verano, sin embargo, fuera de estos eventos, el gobierno federal tiene una limitada participación.
Esto se debe a que, gracias a la extensa infraestructura deportiva de Estados Unidos, las inversiones serán mínimas y la organización estará en manos de entidades privadas.
No obstante, estos dos acontecimientos pueden servir como una ocasión para reflejar la evolución de la realidad estadounidense en cuestiones sociales, integración y diversidad cultural, áreas en las que Trump frecuentemente adopta posiciones controvertidas, como lo demostró con sus primeras órdenes ejecutivas el lunes 20 de enero.
Además, la conexión del presidente electo con el fútbol y el olimpismo no es la misma.
Trump e Infantino tienen una buena relación
El líder de la FIFA, Gianni Infantino, mostró su apoyo a Trump a través de su perfil en Instagram, felicitándole incluso antes de que los medios de comunicación lo declararan vencedor durante las primeras horas del miércoles 6 de noviembre.
En enero de 2020, durante el Foro Económico Mundial en Davos, Trump se refirió a Infantino como “mi gran amigo”. Recientemente, mientras se celebraba el sorteo para el nuevo Mundial de Clubes que también tendrá lugar en Estados Unidos, el nuevo presidente mencionó en un video que “están liderados por un hombre llamado Gianni, yo solo lo conozco como Gianni (Infantino), es un ganador, es el presidente, y yo también soy presidente, y nos conocemos desde hace mucho tiempo”.
La positiva conexión entre la FIFA y Trump podría ser bastante beneficiosa, especialmente para resolver el desafío diplomático de la casi segura clasificación de Irán al Mundial del 2026.
¿Por qué la relación de Trump con el olimpismo es tensa?
A diferencia de las elogiosas declaraciones de Trump hacia Infantino en Davos en 2020, no ha mostrado el mismo afecto público hacia el presidente del Comité Olímpico, el alemán Thomas Bach.
El Comité Olímpico también decidió no felicitar al republicano por su reciente victoria en las elecciones presidenciales, argumentando la imparcialidad de la organización y del movimiento.
Trump y Bach tuvieron un encuentro en la Casa Blanca hace poco más de siete años, una reunión que ha pasado a formar parte de las anécdotas olímpicas debido a lo mal que se desarrolló, según se conoció posteriormente. “Oren por nuestro mundo”, fueron las palabras de Bach durante una llamada telefónica ese día en Washington.
El año pasado, durante Paris 2024, Trump fue uno de los que identificaron incorrectamente a dos campeonas olímpicas de boxeo como hombres y aseguró que trabajaría para “mantener a los hombres fuera de los deportes femeninos”. Sin embargo, el Comité Olímpico Internacional, bajo la dirección de Bach, apoyó repetidamente a estas atletas, desmintiendo las noticias falsas al respecto.
Asimismo, Trump describió como "una vergüenza" la recreación de "La Última Cena", la icónica pintura de Leonardo da Vinci, que formó parte de la Ceremonia de Inauguración de los Juegos Olímpicos de París.
Ronald Reagan en Los Ángeles 1984, Bill Clinton en Atlanta 1996 y George W. Bush en Salt Lake City 2002, para los Juegos Olímpicos de Invierno, participaron en las ceremonias de inauguración siendo presidentes de Estados Unidos, y se anticipa que Trump hará lo mismo en 2028, aunque Bach no asistirá con él ya que en 2025 dejará la presidencia del COI.
Entre los aspirantes que surgen para liderar el Comité Olímpico Internacional se encuentran el británico Sebastian Coe y el español Juan Antonio Samaranch Salisachs, hijo de quien dirigió el olimpismo durante 21 años.