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Luego de meses desaparecido, Pete Travis Timmerman fue encontrado descalzo en Damasco

El estadounidense confesó que fue detenido a principios de este año cuando cruzaba a pie Siria

Pete Travis Timmerman es un hombre estadounidense que fue encontrado, este jueves 12 de diciembre, caminando descalzo en Damasco, en Siria.

El estadounidense había sido por última vez en Budapest, Hungría, y desde empoces su familia no supo nada de él. Timmerman les dijo a los periodistas que había estado en una peregrinación y que había sido detenido a principios de este año después de cruzar a Siria a pie desde el Líbano. Su reaparición pone a la preocupación de sus familiares.

Hombre apareció como “milagro de la Navidad”

“Eso es lo que dijo mi hija, es un milagro de Navidad”, dijo su madre, Stacey Collins Gardiner, a NPR.

Las personas que viven en al-Thiyabiyah encontraron al hombre de 29 años deambulando descalzo por las calles sirias y, según el canal de televisión Al-Arabiya, Timmerman había estado aislado en una prisión y fue liberado cuando derrocaron al presidente Bashar al-Assad.

Aunque no lo golpearon nunca, el estadounidense escuchaba constantemente oír cómo torturaban a otras personas.

Desaparecido desde hacía 7 meses

La policía de Hungría había dado la alerta desde hace siete meses, luego de que fuera visto asistir a una iglesia en la capital, Budapest.

Un video que circuló el jueves temprano mostraba a Timmerman acostado en un colchón bajo una manta y, a su lado, unos hombres que lo rodeaban decían que lo estaban tratando bien y que lo enviarían a casa sano y salvo.

Timmerman recibió una licenciatura en finanzas en la Universidad Estatal de Missouri en 2017, seguida de una licenciatura en derecho, y luego trabajó en Chicago, dijo Gardiner, su madre.

“Al principio, esperaba que fuera él, pero no sabíamos si era una estafa o qué. Y luego mi hija lo vio en las noticias”, dijo su madre. “No era él, pero estaban hablando de Travis... y me sorprendí mucho. Estaba tan feliz que lloré también, lágrimas de felicidad”.

“Lo abrazaré... y luego probablemente no lo dejaré ir”, dijo riendo. “Le diré: ‘Bueno, gracias a Dios que todavía estás vivo’. Y estoy muy feliz. Nuestras oraciones se hicieron realidad”.

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