El príncipe William llegó a París horas después de asistir al concierto anual de villancicos de Kate Middleton en la Abadía de Westminster con sus hijos. La Catedral de Notre Dame celebró su reapertura a la que asistieron importante personalidades invitadas por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, como la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, Donald Trump y el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy.
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El príncipe de Gales representó a su padre, el rey Carlos III, mientras el monarca continúa su tratamiento contra el cáncer. La significativa ceremonia celebró la restauración de la icónica catedral gótica.
El príncipe de Gales también se reunió con Jill Biden
La agenda original de William establecía que se reuniría con Jill Biden previo a la ceremonia pero el mal clima y la tormenta que afecta al Reino Unido lo obligaron a retrasar su llegada a la capital francesa.
Jill Biden asistió en representación de su esposo, el presidente de Estados Unidos, quien optó por quedarse en el país para monitorear la guerra en Siria.
Esta es la segunda vez que el príncipe William representa a su padre de manera diplomática. En junio, William asistió a las conmemoraciones de la Segunda Guerra Mundial que marcaron el 80º aniversario del desembarco en Normandía.
El príncipe de Gales sí se reunió con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. La cita se realizó en la casa del embajador del Reino Unidos en París.
Trump dijo que William “está haciendo una gran labor” y que “es un buen hombre”.
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Inauguración de Notre Dame
Con tres resonantes golpes del arzobispo de París, Laurent Ulrich sobre las puertas de Notre Dame con un báculo diseñado especialmente para la ocasión, fabricado con las vigas quemadas por el fuego, el monumento volvió a la vida el sábado por la noche.
Por primera vez desde que un devastador incendio destruyó casi por completo a la catedral en 2019, la majestuosa obra gótica reabrió sus puertas, un renacimiento marcado por canciones, oraciones y asombro bajo sus elevados arcos.
Toda la ceremonia, planeada en un principio para comenzar en el atrio, se trasladó al interior debido a los vientos insólitamente fuertes para un mes de diciembre que azotaban la Île de la Cité sobre el río Sena. Sin embargo, la ocasión no perdió nada de su esplendor. Dentro de la luminosa nave, los coros cantaron salmos, y el poderoso órgano de la catedral, silenciado durante casi cinco años, retumbó en un triunfal intercambio de melodías.
La celebración de la noche, a la que asistieron 1.500 dignatarios, subrayó el papel de Notre Dame como un faro tanto espiritual como cultural. Los expertos lo consideran como un evento de Macron, quien tenía la intención de convertirlo en toda una reunión diplomática.
Villancicos de los príncipes de Gales
El día anterior, William estuvo acompañado por el príncipe George, la princesa Charlotte y el príncipe Louis en el cuarto servicio anual de villancicos Together at Christmas de Kate Middleton.
La princesa de Gales reflexionó sobre su año: “No sabía que este año iba a ser el año que acabo de tener. Lo imprevisto, exactamente. Pero creo que muchas personas este año han pasado por momentos muy difíciles, y muchos de los que están aquí hoy”.