Este jueves, Australia aprobó oficialmente una ley que prohíbe a los menores de 16 años usar las redes sociales luego de varios días de un acalorado debate que además se ha sostenido desde hace meses. Se trata del primer país que establece una ley de esta característica en un esfuerzo global para frenar el poder de las grandes tecnologías y proteger a esa población vulnerable.
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Después de una sesión parlamentaria que se prolongó hasta la noche de este miércoles, el Senado del país, o cámara alta del parlamento, votó a favor de aprobar la ley después de que el gobierno laborista —de centroizquierda— del primer ministro Anthony Albanese obtuviera el apoyo de la oposición conservadora.
¿Qué comprende esta ley sobre las redes sociales?
La ley, que se espera que entre en vigor en noviembre de 2025, establece algunos de los controles de redes sociales más estrictos del mundo y obligará a las plataformas a tomar medidas razonables para garantizar que existan protecciones de verificación de edad.
Australia planea probar un sistema de verificación de edad que puede incluir datos biométricos o identificación gubernamental para hacer cumplir esta normativa. El ensayo durará varios meses y sus conclusiones se revisarán a mediados de 2025.
Según la ley, las empresas estarían enfrentando multas de hasta 49.5 millones de dólares australianos (32 millones de dólares) por infracciones.
Durante este debate, Albanese, tratando de elevar sus índices de aprobación antes de las elecciones previstas para mayo, ha argumentado que las redes sociales plantean riesgos para la salud física y mental de los niños. Además de el Primer Ministro, esta postura es compartida por algunos expertos y un grupo considerable de personas alrededor del mundo.
En presentaciones al parlamento, Google, de Alphabet, y Meta dijeron que la prohibición debería retrasarse hasta que finalice la prueba de verificación de edad, prevista para mediados de 2025. TikTok de Bytedance dijo que el proyecto de ley necesitaba más consultas, mientras que X de Elon Musk argumentó que la ley propuesta podría dañar los derechos humanos de los niños.
“Todos somos padres de niños de distintas edades y definitivamente somos conscientes de todos los pequeños trucos que hacen los niños”, dijo Andrew Hammond, director general del contratista tecnológico KJR a la agencia Reuters, que llevará a cabo la prueba con unos mil 200 australianos elegidos al azar de enero a marzo. “Los niños son bastante ingeniosos, por lo que definitivamente tendremos los ojos y los oídos abiertos”, añadió Hammond.