El presidente electo Donald Trump nombró el miércoles al representante por Florida Matt Gaetz para que sea el fiscal general de Estados Unidos, pasando por alto opciones más experimentadas a favor de un funcionario leal que se ha forjado una reputación a nivel nacional de ser un provocador y se ha comprometido a reformar drásticamente el Departamento de Justicia.
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La selección de Gaetz, en particular, fue considerada una sorpresa y asoma como un problema para Trump, quien parece haberse extralimitado al nombrar a un experto y un fanático en el cargo más importante para la justicia de Estados Unidos.
Trump anunció la decisión en una publicación en su red Truth Social, en la que dijo: “Matt pondrá fin al uso del gobierno como un arma, protegerá nuestras fronteras, desmantelará organizaciones criminales, y restaurará las muy destrozadas fe y confianza de los estadounidenses en el Departamento de Justicia”.
Gaetz se convirtió en un astro conservador cuando se unió al Congreso. Frecuentemente defendía a Trump en programas noticiosos de la televisión por cable.
En 2023 irritó a sus compañeros republicanos cuando presentó la resolución exitosa que expulsó al ex presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy.
Posteriormente McCarthy ayudó a financiar ataques a Gaetz, entre ellos comerciales que alegaban que había pagado para tener relaciones sexuales con una menor de 17 años, una acusación que está siendo investigada por el Comité de Ética de la Cámara de Representantes. Gaetz ha negado haber cometido algún delito. El Departamento de Justicia terminó su propia investigación de tráfico sexual sin presentar cargos contra él.
El polémico Gaetz también realizó declaraciones ofensivas y misóginas respecto de los grupos que defienden el derecho al aborto de las mujeres.
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Las nominaciones deben pasar por el Senado: ¿Trump tiene los votos?
La Constitución de Estados Unidos establece un proceso de revisión y votación de todas las nominaciones al gabinete a través del Senado, para evitar que lleguen a puestos claves personas no calificadas o corruptas.
Hasta el momento, ninguna de las nominaciones realizadas por Trump había generado tantos resquemores como la de Gaetz, de 42 años, incluso entre los miembros de su propio partido.
Los republicanos tendrán una mayoría de 52 o 53 senadores cuando la nueva cámara alta se reúna el 3 de enero, pero en sus filas hay varias críticas hacia la nominación del ex representante de Florida.
Lisa Murkowski, senadora de Alaska dijo a NBC News que “no creo que sea una nominación seria para fiscal general. Necesitamos tener un fiscal general serio. Y estoy esperando la oportunidad de considerar a alguien que sea serio. Este no estaba en mi lista de posibilidades”.
”Le espera un camino difícil”, añadió la senadora Joni Ernst de Iowa y el senador John Cornyn comentó que “consideraremos seriamente cualquier nominación del presidente, pero también tenemos una responsabilidad constitucional”.
A su vez, el senador Kevin Cramer, de Dakota del Norte, señaló que las posibilidades de Gaetz de ser confirmado eran “remotas”, añadiendo que es “muy posible” que Trump esté probando los límites de hasta dónde puede presionar al Senado.
En los senadores demócratas, el desconcierto y rechazo fue generalizado.
Los representantes republicanos, que trabajaron codo a codo con Gaetz, también estaban sorprendidos y descolocados. Max Miller, de Ohio, calificó la elección de Gaetz como “ridícula” y dijo “creo que el presidente probablemente lo está recompensando por ser un soldado tan leal. Pero el presidente es lo suficientemente inteligente, y su equipo es lo suficientemente inteligente como para saber que el Sr. Gaetz nunca será confirmado por el Senado en absoluto”.
Trump podría intentar saltarse el Senado
De todas maneras, Trump viene hace días presionando por una opción que le da la Constitución: hacer las nominaciones durante los recesos del Senado. Sin embargo, para que esa medida sea eficaz, debería contar con el apoyo de los parlamentarios republicanos y dejar sin efecto cualquier maniobra burocrático de los demócratas.
Si bien las nominaciones durante los recesos senatoriales fueron bastante comunes en los gobiernos de Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama, la Corte Suprema dijo en 2014 que los presidentes estaban excediendo sus poderes con esta medida. Por eso, Donald Trump ni Joe Biden la usaron en los últimos gobiernos.