Los hermanos Erik y Lyle Menendez, quienes cumplen condena por el asesinato de sus padres en 1989, han solicitado clemencia al gobernador de California, Gavin Newsom. Esta petición, presentada por su abogado Mark Geragos, busca una reducción de sentencia que les permita recuperar su libertad antes del Día de Acción de Gracias, el próximo 28 de noviembre.
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Erik y Lyle fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en 1996, en un juicio que captó la atención del país debido a la brutalidad del crimen y las revelaciones que surgieron sobre el presunto abuso al que habrían sido sometidos por su padre, José Menendez, un poderoso ejecutivo de la industria musical.
La “clemencia” del gobernador de California podría ser la última esperanza de los hermanos Menendez
Durante el juicio, los hermanos alegaron que actuaron en defensa propia tras años de abusos físicos y sexuales por parte de su padre, pero el jurado no dio credibilidad a este argumento. En su solicitud de clemencia, los hermanos sostienen que no son las mismas personas que cometieron el crimen y que el tiempo en prisión les ha permitido reflexionar y rehabilitarse.
El fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, ha respaldado esta solicitud, indicando que los hermanos han mostrado señales de rehabilitación durante los últimos 35 años en prisión. Gascón ha propuesto reemplazar la cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por una sentencia de 50 años a cadena perpetua.
Esto haría que ambos sean elegibles para libertad condicional de forma inmediata debido a su edad al momento del crimen. Además de la petición de clemencia, el equipo legal de los Menendez ha presentado un recurso de habeas corpus para reexaminar las pruebas.
Nueva evidencia y posible esperanza en el caso de los hermanos Menendez
Entre las pruebas, destaca el testimonio de un ex miembro de la banda Menudo, quien declaró haber sido abusado por José Menendez, lo cual apoyaría las alegaciones de abuso planteadas por los hermanos. También se presentó una carta de Erik Menéndez, escrita a su prima ocho meses antes de los asesinatos.
En la carta, Erik relataba los abusos que supuestamente sufría, una evidencia que no se mostró en el juicio original. La oficina del gobernador Newsom no ha hecho comentarios específicos sobre el caso, pero indicó que todas las solicitudes de clemencia son confidenciales hasta su resolución.