Los hermanos Menéndez han tenido un muy importante avance en el camino a su posible libertad. Este jueves, el fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, anunció que solicitará una pena menor para los hermanos Erik y Lyle Menéndez luego de revisar su caso tras la aparición de nuevas pruebas.
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Los hermanos, conocidos por el mediático caso de finales de los años 80 en donde ambos cobraron las vidas de sus padres, José y Kitty Menéndez, han servido su condena de cadena perpetua en estos últimos 28 años.
¿Qué dijo el fiscal de Los Ángeles sobre los hermanos Menéndez y su caso?
Gascón hizo el anuncio en una conferencia en el Salón de Justicia en el centro de Los Ángeles, en medio de una enorme expectación mediática, y acompañado por familiares de los hermanos que por años han abogado por su liberación.
Según el fiscal Erik y Lyle no representan un peligro para la sociedad: “Con base en todo lo que sé, no creo que lo sean”, expresó en entrevista con People. “Sinceramente, creo que no lo han sido durante mucho tiempo, si es que alguna vez lo fueron. No es que anduvieron por ahí matando a gente o robando”, añadió.
El fiscal dijo que pedirá que se cambie su pena actual de cadena perpetua sin derecho a libertad condicional, a una pena de 50 años a cadena perpetua, que dada la edad que tenían al cometer los asesinatos, les permitiría pedir “inmediatamente” la libertad condicional.
Esta noticia arriba en un momento en el que el caso de los Menéndez había vuelto a tomar relevancia en la corte de la opinión pública, tras el estreno de producciones de Netflix como la serie dramática ‘Monstruos: La historia de Erik y Lyle Menéndez’, así como también el documental, que contó con la participación y aprobación de los hermanos en la vida real.
Ahí se que expone que ambos hermanos fueron sometidos a abusos sexuales y abusos sicológicos de parte de su padre desde la infancia, con la complicidad de la madre.
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Celebridades como Kim Kardashian también abogaron por rebajar la condena de los hermanos.
Sumado a esto, hace algunas semanas se anunció la aparición de nuevas pruebas y se reavivo la intención de revisar el caso, destacando también el buen comportamiento de los hermanos y su rehabilitación durante sus casi tres décadas tras las rejas.
Lyle, de 56 años, y Erik, de 53, cumplen actualmente penas de cadena perpetua sin libertad condicional tras ser declarados culpables de los asesinatos en primer grado de sus padres, José y Kitty Menéndez en 1989. Las autoridades sostuvieron durante su proceso que cometieron el asesinato para heredar los bienes de sus padres, mientras que los acusados alegaron defensa propia porque, dijeron, habían sido víctimas de abuso por parte de su padre.