Este lunes 21 de octubre, el expresidente de Perú, Alejandro Toledo, fue condenado a 20 años y seis meses de prisión por recibir sobornos millonarios de la constructora brasileña Odebrecht durante su gobierno (2001-2006). El fallo fue emitido por la Corte Superior, que lo declaró culpable de los delitos de colusión y lavado de activos.
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El exmandatario de 78 años, escuchó la sentencia en una audiencia pública en la que también se le inhabilitó por tres años para ejercer cargos públicos. La fiscalía lo acusó de haber recibido 35 millones de dólares de Odebrecht a cambio de adjudicarle la construcción de un tramo de la carretera Interoceánica, que conecta Perú y Brasil.
Toledo se convierte en el segundo expresidente peruano condenado por corrupción, tras Alberto Fujimori, quien en 2009 recibió varias condenas por delitos similares y por violaciones a los derechos humanos. Además, se suma a Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski y Pedro Castillo, como los últimos exmandatarios peruanos investigados por corrupción.
Vínculos con Odebrecht
La obra, inicialmente presupuestada en 507 millones de dólares, terminó costando 1255 millones. Según la fiscalía, Toledo lideró las negociaciones para beneficiar a la constructora brasileña, que fue señalada por haber sobornado a funcionarios en toda América Latina para asegurar contratos.
El expresidente, quien ha negado repetidamente las acusaciones, fue extraditado desde Estados Unidos en abril de 2023, después de ser arrestado en 2019. Desde entonces, ha estado en prisión preventiva mientras se llevaba a cabo su juicio.
Durante una audiencia previa, Toledo solicitó a los jueces que lo dejaran cumplir arresto domiciliario debido a su delicado estado de salud, argumentando que sufre de cáncer y problemas cardíacos. “Les pido que me permitan curarme o morir en mi casa”, suplicó, sin embargo, su petición fue desestimada por el tribunal.
Cabe destacar que Alejandro Toledo no es el primer expresidente involucrado en corrupción con Odebrecht, luego que Alan García, tomará la determinante decisión de suicidarse en 2019, cuando la policía se disponía a arrestarlo por su presunta vinculación con sobornos.
