En una nueva escalada del conflicto, las fuerzas armadas de Israel llevaron a cabo un intenso bombardeo sobre la ciudad de Beirut, atacando más de 15 edificios vinculados a la estructura financiera de Hezbollah.
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Según declaraciones del portavoz militar israelí, Daniel Hagari, uno de los objetivos clave fue una cámara acorazada subterránea que contenía oro y decenas de millones de dólares en efectivo, utilizados para financiar las operaciones del grupo chií.
Los ataques se concentraron en la entidad financiera Qard al Hasán, que, según Israel, es utilizada por Hezbollah para canalizar fondos hacia sus combatientes y la compra de armamento. “Vamos a golpear el poder económico de Hezbollah”, aseguró Hagari, en una conferencia de prensa donde detalló que la ofensiva tiene como fin degradar las capacidades operativas del grupo.
Respuesta de Hezbollah
Hezbollah no tardó en reaccionar, reivindicando el lanzamiento de cohetes contra una base de inteligencia israelí en los suburbios de Tel Aviv. En un comunicado, el grupo afirmó haber atacado la base Glilot, perteneciente a la Unidad de Inteligencia Militar 8200 de Israel, en “defensa del Líbano” ante los bombardeos israelíes.
Este intercambio de ataques es parte de una serie de enfrentamientos que han marcado las últimas semanas, tras la incursión terrestre de Israel en el sur del Líbano. Desde el inicio de las hostilidades, más de 24 soldados israelíes y 4 civiles han muerto, mientras que en Líbano se reportan más de 2,400 víctimas, muchas de ellas en el último mes.
En redes sociales, el ministro de Exteriores de Israel, Israel Katz, publicó una imagen de un edificio en llamas en Beirut con el mensaje “Beirut en Llamas”, subrayando la determinación de Israel de continuar los ataques: “Hezbollah seguirá pagando un alto precio por sus ataques”, escribió, mientras se intensifican los bombardeos sobre las instalaciones económicas del grupo armado.