Benjamin Netanyahu, confirmó este jueves que el conflicto en Gaza aún está lejos de concluir pese a la muerte de Yahya Sinwar, uno de los principales líderes de Hamas, durante un bombardeo israelí.
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La muerte del líder político y militar de Hamas, ocurrió el miércoles 16 de octubre en Rafah, al sur de Gaza, durante un encuentro fortuito entre tropas israelíes y milicianos palestinos. Según fuentes del Ejército israelí, el ataque no fue resultado de una operación basada en inteligencia específica, y no se encontraron rehenes en el lugar.
En un mensaje dirigido a los milicianos palestinos, Netanyahu enfatizó que el fin de Sinwar marca un punto de inflexión, pero insistió en que la lucha contra Hamas y sus aliados continúa: “La guerra no ha terminado. Es una batalla dura que nos ha exigido un gran sacrificio”, expresó Netanyahu en un discurso televisado.
Advertencia sobre los rehenes
Netanyahu instó a los combatientes de Hamas a deponer las armas y liberar a los cerca de 100 rehenes que aún están en poder de la organización. Para ello, ofreció una salida a los milicianos asegurándoles que, si devuelven a los rehenes y se rinden, podrán conservar sus vidas. Además, fue tajante en su advertencia: “Quien dañe a nuestros rehenes, pagará un precio muy alto”.
El retorno de los rehenes, secuestrados desde el 7 de octubre de 2023, es clave para la estrategia de Israel en la región. Netanyahu aseguró que su liberación podría acercar el fin de las hostilidades, pero reiteró que no habrá tregua hasta que se logre ese objetivo.
El primer ministro también aprovechó la oportunidad para dirigirse directamente a los habitantes de Gaza, afirmando que la muerte de Sinwar es solo el inicio de una nueva era. “Hamas ya no gobernará Gaza. Este es el comienzo del día después de Hamas”, declaró Netanyahu, animando a los gazatíes a liberarse de lo que llamó la tiranía del grupo islamista.