El rey Carlos y la reina Camilla arribaron a piso australiano luego de un largo viaje de 24 horas. En Sídney planean hacer una gira real de nueve días. El monarca de 75 años llevaba un paraguas en la mano mientras descendía por la escalerilla del avión y se dio la vuelta para comprobar que su esposa estaba bien. Después, saludó a la gobernadora general de la Mancomunidad de Australia, Sam Mostyn, y a su marido, Simeon Beckett.
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Los reyes llegaron a Sídney para realizar una gira polémica
La pareja aterrizó a las 10.30 hora del Reino Unido en un avión del gobierno australiano, al que abordaron en Singapur después de volar allí comercialmente.
Carlos III inicia la gira de nueve días por Australia, donde el movimiento antimonárquico crece en un país que tiene al rey británico como jefe de Estado, y Samoa.
Varios representantes federales y estatales clave también formaron parte del grupo de bienvenida oficial en el aeropuerto de Sídney, incluido el primer ministro Anthony Albanese y su prometida Jodie Haydon.
El rey le tiene un inmenso cariño a Australia
La reina Camila y el rey Carlos viajaron luego unas 17 millas hasta Admiralty House, donde disfrutaron de una taza de té con el primer ministro y su pareja.
Sin embargo, la iluminación de la emblemática Ópera de Sídney no salió como estaba previsto debido a las fuertes lluvias.
El afecto de Carlos III por el país es profundo, habiendo pasado dos semestres en la Geelong Grammar School y visitado el país 16 veces, tanto mientras servía en la Marina Real como en visitas oficiales.
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Movimientos que piden una separación
Sin embargo, Su Majestad no es muy buen recibido por todos. El Movimiento Republicano Australiano (ARM) ha calificado la visita como la “gira de despedida” de la pareja, en su campaña para separar al país de la Commonwealth de la monarquía.
Se ha creado una serie de carteles y camisetas con la imagen de Carlos, Camila y el Príncipe Guillermo animando a los australianos a “decir adiós al reinado real”.
