El Ejército israelí confirmó este jueves la muerte de dos comandantes de Hezbollah, en una serie de ataques aéreos en el sur de Líbano, lo que marca una nueva fase en la escalada del conflicto entre ambas partes.
Se trata de Ahmad Mustafá al Haj Alí y Mohamed Alí Hamdan, líderes del grupo islamista acusados por Israel de estar detrás de recientes ataques con proyectiles antitanque lanzados desde las localidades de Hula y Mis al Yabal hacia territorio israelí.
Los enfrentamientos entre Israel y Hezbollah se han intensificado en las últimas semanas, con bombardeos diarios que han alcanzado áreas clave del sur de Beirut, particularmente en los suburbios conocidos como Dahye, considerados un bastión del grupo chií libanés.
Semana marcada por la violencia extrema
El miércoles 9 de octubre, dos ciudadanos israelíes murieron en la ciudad de Kiryat Shmona tras el lanzamiento de más de veinte proyectiles desde el sur del Líbano. Este ataque fue el más mortal para civiles israelíes desde que comenzaron las hostilidades más intensas hace dos semanas. Como respuesta, Israel ha redoblado sus esfuerzos militares, ordenando la evacuación de más de cien comunidades libanesas situadas al sur del río Awali y desplegando más tropas en la región.
Desde el inicio de esta nueva ofensiva, al menos doce soldados israelíes han muerto en enfrentamientos, según fuentes del Ejército israelí. Mientras tanto, Hezbollah ha prometido seguir resistiendo los ataques, lo que ha aumentado la preocupación de la comunidad internacional ante la posibilidad de una escalada mayor en la región.
Este conflicto, que ha estado latente durante más de un año, ha alcanzado un nuevo nivel de violencia. Israel ha concentrado sus ataques en objetivos estratégicos tanto en el sur como en el este de Líbano, y en áreas de Beirut, en un esfuerzo por debilitar la capacidad militar de Hezbollah.