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La importancia del buen manejo de las emociones

Las emociones son esenciales para las relaciones personales y sociales. Conocerlas, entenderlas y manejarlas contribuye a una buena salud mental.

Las emociones son estados por los cuales pasamos todos los seres humanos, y su regulación es una tarea fundamental para el desarrollo pleno de cualquier persona, lo que ha sido abordado desde diferentes ámbitos. Un ejemplo reciente y que ha traído esto a la palestra es la popular película Intensamente, que este año tuvo éxito en taquilla con su segunda entrega y que nos muestra la importancia de las emociones y su control en nuestra vida.

La psicóloga Irma Briceño Martínez, Coordinadora Académica de la Licenciatura en Psicología de la Universidad La Salle Bajío, explica que la emoción ha sido descrita como “un estado que se caracteriza por una estimulación fisiológica, cambios en la expresión facial, gestos, postura y sensaciones subjetivas”.

En ese sentido, comenta en entrevista que las emociones pueden tener efectos positivos o negativos en la persona, dependiendo del tipo de emoción que se trate, y que algunos especialistas concuerdan en que existen ocho emociones básicas o primarias: miedo, sorpresa, desagrado, ira, tristeza, anticipación, confianza y alegría, y que pueden tener variaciones.

“Se sabe que las emociones pueden mezclarse y dar lugar a otra emoción más compleja. Las emociones mandan señales a las personas, quienes entonces responden con conductas adaptativas. Todos los sistemas del sujeto se ponen en activo para dar la respuesta correspondiente”, precisa la psicóloga.

Se conocen cuatro componentes de las emociones: deben presentar un evento psicológico relevante, que puede ser externo o interno; hay también un elemento cognitivo, que es la valoración o percepción que la persona realiza de él; se desencadena una respuesta fisiológica; y aparece una tendencia a la acción.

El cambio fisiológico es provocado por la segregación de hormonas que estimulan al cuerpo y lo ponen en alerta, generando respuestas específicas interna y externamente.

Cabe señalar que las emociones pueden ser positivas o negativas y las personas pueden sentir ambas al mismo tiempo, ya que las emociones positivas son procesadas en el hemisferio izquierdo y las negativas en el derecho.

“Internamente hay respuestas involuntarias como alteraciones de la frecuencia cardíaca o la presión de la sangre. Pasado el estado de alerta, el organismo regresa a los sistemas y órganos internos a su funcionamiento habitual. Algunos de los cambios externos que se observan dependen de la emoción”, agrega Irma Briceño Martínez.

Es decir, las reacciones o respuestas fisiológicas ligadas a la emoción son producto de la actividad del sistema nervioso, que reacciona o prepara al cuerpo para responder a diferentes situaciones.

“Es la forma sencilla de explicar la respuesta emocional desde la perspectiva fisiológica”, precisa.

No obstante, advierte que es importante que las personas aprendan a realizar un manejo adecuado de sus emociones, lo cual les permitirá mejores procesos adaptativos y de desarrollo personal.

“Es necesario implementar estrategias para lidiar mejor con el cúmulo de emociones de la vida cotidiana. Todos vivimos momentos de dolor, frustración, enojo, miedo y otras sensaciones que deben ser manejadas adecuadamente para lograr un desarrollo armónico y optimizar la convivencia social”, elabora la especialista.

Lo anterior, concluye la psicóloga, requiere que las personas aprendan a reconocer las emociones que viven – reacciones innatas personales ante eventos relevantes – y que tengan una adecuada interpretación de ellas, de manera que pueda dar respuestas moduladas y acordes a la experiencia.

Es importante identificarlas

El Doctor Francisco Bustamante, psiquiatra de la Clínica Universidad de los Andes, en Chile, comenta que “las emociones son buenas cuando actúan coordinadamente y ninguna asume el control sobre otra”. En ese sentido, asevera que es importante identificarlas y lograr un comportamiento o manejo más sabio e integrado de nuestra personalidad.

El especialista explica que “todas las emociones nos acompañan a lo largo de la vida”. La clave está en distinguir entre una emoción sana y una patológica, ya que esta última alcanza una intensidad tan alta y constante que nos puede llevar a perder el control.

Agrega que la ansiedad es central en la vida personal, y que tal vez sea la emoción más estudiada después del amor, dado que está ligada al sentido de la existencia. Así mismo, enfatiza que no debemos evadir las emociones, incluyendo las displacenteras, ya que todas nos ayudan a diseñar una parte vital de nuestra personalidad. Más que evitarlas u ocultarlas, debemos escucharlas, aceptarlas y regularlas.

Finalmente, comparte seis consejos para un equilibrio emocional y una buena salud mental: dormir bien; pausas durante el día y vacaciones; una alimentación sana; actividad física; buenas relaciones sociales; actividades placenteras o recreacionales.

Metro World News habló con la Doctora Nelly Cecilia Capetillo Ventura, Psiquiatra del Centro Médico ABC, para saber más.

P: ¿Cuál es la diferencia entre una emoción y un sentimiento?

—Las emociones son respuestas químicas y neuronales que se generan en nuestro cerebro en respuesta a un estímulo emocionalmente relevante. Los sentimientos son el resultado de la evaluación consciente de las respuestas emocionales.

Las emociones pueden ser inconscientes y automáticas. Los sentimientos son conscientes y requieren de una reflexión y evaluación consciente. Las emociones son temporales y su duración puede variar dependiendo de la situación. Los sentimientos pueden ser más duraderos y pueden o no ser congruentes con nuestra conducta. Podemos ocultar o disfrazar nuestros sentimientos, mientras que las emociones son más difíciles de controlar.

P: ¿Por qué es importante prestar atención al manejo de nuestras emociones?

—Cuando las emociones no se gestionan de forma adecuada pueden afectar la salud mental y las relaciones interpersonales. Hablar de nuestras emociones nos ayuda a vivir con ellas. No es que sean buenas ni malas. Es importante saber que existen y que tienen una función, que son respuestas temporales a diferentes situaciones.

Las emociones y los sentimientos pueden influir en la forma en que percibimos el mundo que nos rodea, además de que pueden influir en cómo interpretamos los comportamientos y las acciones de los demás. Por otra parte, nuestras emociones y sentimientos también influyen en nuestras decisiones y comportamientos, y pueden influir en nuestras interacciones sociales.

P: ¿Cuál es la importancia de la educación emocional?

— Dado el impacto significativo que las emociones y los sentimientos tienen en nuestra vida, es importante desarrollar habilidades de educación emocional, la cual nos ayuda a comprender y gestionar nuestras emociones y sentimientos de manera saludable y constructiva.

A través de la educación emocional, podemos aprender a reconocer nuestras emociones, comprender su origen y expresarlas de manera adecuada. También podemos aprender a manejar el estrés y regular nuestras emociones para tomar decisiones más informadas y tener relaciones saludables.

Falta mucho por aprender respecto a temas de emociones y educación emocional. Considero que es necesario normalizar que todos los seres humanos tenemos emociones y reconocer que son pasajeras.

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