Julian Assange, fundador de WikiLeaks, realizó este martes su primera declaración pública tras ser liberado, durante una comparecencia ante una comisión del Consejo de Europa en Estrasburgo.
Después de pasar 14 años recluido, primero en la embajada de Ecuador en Londres y luego en una prisión británica, el australiano de 53 años enfatizó su posición: “Me declaré culpable de buscar información de una fuente y de informar al público sobre esa información. No me declaré culpable de ningún otro cargo”. Sus dichos fueron parte de su testimonio ante una comisión que investiga las condiciones e impacto de su detención.
Advertencia por la libertad de prensa
En su declaración, Assange hizo un llamado a proteger a otros periodistas en situaciones similares y denunció la creciente impunidad y represión contra quienes buscan informar al público.
“El periodismo no es un crimen, es el pilar de una sociedad libre e informada”, subrayó, señalando que su caso debe servir de ejemplo para aquellos cuyas historias no han tenido tanta visibilidad pero enfrentan las mismas vulnerabilidades.
Su esposa Stella, presente en la comisión, lo acompañó en esta aparición pública, mientras Assange reafirmaba su lucha en defensa de la libertad de prensa. Además, también expresó su esperanza de que su caso sirva para visibilizar a otros periodistas y activistas que enfrentan situaciones similares pero no gozan de la misma atención mediática.
Julian Assange fue liberado luego de llegar a un acuerdo con la Justicia de Estados Unidos, al declararse culpable de haber obtenido y divulgado información sobre la defensa nacional estadounidense, incluidos documentos que revelaron ejecuciones extrajudiciales y otras informaciones clasificadas. En su declaración, reconoció haber incentivado a su fuente, la exsoldado Chelsea Manning, a compartir este material.