El único debate vicepresidencial de las elecciones de 2024 entre el republicano J. D. Vance y el demócrata Tim Walz finalizó sin un claro ganador. Según una encuesta realizada por CBS News, los resultados revelaron un empate técnico, con un 42% de los televidentes considerando a Vance como el vencedor, mientras que un 41% apoyó a Walz.
El tono moderado y la ausencia de ataques personales marcaron el encuentro, algo que el 88% de los encuestados valoró de manera positiva. Esto fue particularmente beneficioso para Vance, quien, aunque es menos popular que Walz, logró superar las expectativas y mantener una postura más conciliadora.
J. D. Vance y Tim Walz terminan su debate sin mayor polémica y la el público lo ve como un empate
El único momento crítico de Vance ocurrió cuando no reconoció abiertamente la derrota de Donald Trump en las elecciones de 2020, lo que le valió algunas críticas. Por otro lado, un 17% de los encuestados concluyó que el debate terminó en empate, lo que demuestra lo equilibrado que fue el enfrentamiento.
Por su parte, Walz, quien partía con una ventaja de popularidad, tuvo que afrontar varios momentos difíciles, entre ellos una aclaración sobre su experiencia en China durante las protestas de la Plaza de Tiananmen. Sin embargo, con el paso del tiempo, el gobernador de Minnesota fue ganando confianza, aunque no logró destacarse de manera contundente.
En cuanto a los temas abordados, Walz se impuso claramente en cuestiones relacionadas con el aborto y la sanidad, obteniendo un 62% y un 59% de apoyo, respectivamente. Vance, por su parte, ganó por un margen más estrecho en inmigración y economía, temas en los que obtuvo el respaldo del 52% y el 51% de los encuestados.
Un debate “estéril” para el panorama electoral
Ambos candidatos quedaron empatados en lo referente al conflicto en Oriente Próximo. A pesar de que el debate no dejó a un claro vencedor, ambos mejoraron su imagen entre los votantes. Walz aumentó su favorabilidad, pasando de un 52% a un 60%, mientras que Vance logró un avance modesto, pero significativo, pasando de una opinión negativa neta a una imagen ligeramente favorable.
En resumen, el debate entre J. D. Vance y Tim Walz no alteró radicalmente el panorama electoral, pero permitió a ambos candidatos presentar su competencia y evitar una confrontación directa, lo que resultó en un empate que probablemente no influya significativamente en los votantes indecisos.