Se espera que un fenómeno del mar Caribe se fortalezca hasta convertirse en un huracán que enfilará hacia Florida a mediados de semana. Por ahora el sistema es conocido como Potencial Ciclón Tropical 9, pero se llamaría Helene si se eleva a tormenta, y el lunes por la tarde estaba a unas 110 millas al sur-suroeste de Gran Caimán con vientos máximos sostenidos de 30 mph y ráfagas más altas, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por su sigla en inglés). Se mueve hacia el norte a 6 mph.
PUBLICIDAD
Se espera un giro hacia el noroeste el martes seguido de una aceleración de la velocidad al noreste entre el miércoles y el jueves, dijo el centro. “En el pronóstico, se prevé que el centro del sistema se mueva a través del noroeste del mar Caribe y hacia el sureste del Golfo de México durante el próximo par de días”, dijo el NHC en su última actualización este lunes.
¿Huracán?
Se prevé que la perturbación se convierta en huracán el miércoles y continúe fortaleciéndose a medida que avanza por el este del Golfo de México. Una tormenta tropical se define por tener vientos de 39 mph o más, y un huracán eleva la velocidad a 74 mph o más, según el Servicio Meteorológico Nacional.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, declaró el estado de emergencia en 41 condados el lunes ante la “amenaza significativa de fuertes lluvias, inundaciones, marejadas ciclónicas y vientos dañinos” de la tormenta potencial para la costa del Golfo del estado.
Esta tormenta potencial puede ocasionar de 4 a 12 pulgadas de lluvia al oeste de Cuba y las Islas Caimán y de 2 a 6 pulgadas al este de la Península de Yucatán, implicando un riesgo de inundaciones repentinas y urbanas, dijo el NHC.
Fuertes lluvias
“Las fuertes lluvias se extenderán por el sureste de Estados Unidos a partir del miércoles y continuarán hasta el viernes, con riesgo de inundaciones repentinas y fluviales”, advirtió el centro.
Se esperan entre 2 y 4 pies de marejada ciclónica en la costa sur de Pinar del Río, en el oeste de Cuba, y en la costa este de la península de Yucatán. En Florida, se están distribuyendo sacos de arena a los residentes de Tallahassee y Gulfport en previsión de posibles inundaciones.
