Freddie Eugene Owens, de 46 años, se convirtió este viernes en el primer ejecutado en Carolina del Sur, después de 13 años de que el acato de la sentencia de muerte por inyección letal estuvo suspendida en este estado por falta de los medicamentos necesarios para aplicarla.
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Owens y su abogado apelaron hasta el final y su última esperanza era que el gobernador republicano, Henry McMaster, cambiara la sentencia a cadena perpetua, pero el funcionario, rechazó su solicitud, aseverando que no había razones para cambiarla.
Freddie Owens caminó por el corredor de la muerte para ser el primer ejecutado en Broad River Correctional Institution. Cuando se abrieron las cortinas antes los testigos, estaba atado a la cama con los brazos extendidos, dijo algo a su abogado, aunque se desconoce qué, y éste sonrió. Luego expresó “bye”. Le colocaron la inyección letal, respiraba profundo, hasta que poco a poco, su respiración se hizo más lenta. Durante aproximadamente estuvo con los ojos abiertos y parecía consciente, hasta que cerró los ojos. Poco más de 10 minutos después, un médico entró a la sala y lo declaró muerto, eran las 6:55 de la tarde del viernes, 20 de septiembre.
A Owens lo apresaron por el asesinato de Irene Graves en 1999. Según los fiscales, él le disparó en la cabeza durante el robo a una tienda. La mujer, quien era empleada y madre soltera de tres niños, le dijo que no podía abrir la caja fuerte y luego cayó por un disparo en la cabeza.
Durante su arresto, Freddie Owens confesó haber matado a su compañero de celda, Christopher Lee. Dijo que lo apuñaló, le quemó los ojos, lo estranguló y lo pisoteó. Los informes de la prensa recogen que un investigador reveló que Owens dijo que lo mató “porque me condenaron injustamente por asesinato”.
Freddie Owens y su gran banquete antes de morir
The Mirror publicó que antes de su muerte, Freddie Owens disfrutó un gran banquete, esto como parte de darle su último disfrute antes de morir.
El citado medio reseñó que disfrutó de una clásica comida estadounidense con dos hamburguesas con queso, papas fritas, un bistec de ojos de costilla bien cocido, seis alitas de pollo, dos refrescos de fresa y una rebanada de pastel de manzana.
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El ya fallecido estuvo 25 años en el corredor de la muerte. Durante su detención se convirtió al islam y cambio su nombre a Khalil Divine Black Sun Allah, aunque todavía lo siguen conociendo como Freddie Owens.
Debido a su nueva religión, le pidió a su abogado que eligiera la forma de muerte con la que sería ejecutado, ya que si él mismo lo hacía, podría considerar suicidio, según el islam.