La historia reciente de la astronomía contabiliza el descubrimiento de aproximadamente 10 mil exoplanetas en nuestra galaxia y en los cúmulos cercanos alrededor de la inmensidad del Universo. En ninguno, hasta ahora, hay confirmación de condiciones de vida similares a la Tierra. Sin embargo, hay candidatos, como este misterioso mundo sobre el que además detectan unas extrañas señales de radio que enloquece a los científicos que se dedican a la investigación de los secretos del cosmos.
Estudios de astronomía registran que desde este extraño mundo (o sus cercanías) se han detectado algunas de las famosas ráfagas rápidas de radio (FRB por sus siglas en inglés). Desde que se captaron las primeras señales de este estilo, se determinó que son emitidas normalmente por cuásares, que son de los eventos más enérgicos del Universo.
Es por eso que resulta llamativo que las FRB aparezcan desde una región en la que hay un exoplaneta con condiciones similares a las de la Tierra, entre las que destacan que su radio de trayectoria con respecto a su estrella masiva, es en la zona “habitable”.
El exoplaneta que se parece tanto a la Tierra que emite señales repetitivas de radio
Un equipo de investigadores de la Universidad de Colorado Boulder y de otras instituciones han presentado en la más reciente edición de Nature Astronomy los resultados de su más reciente investigación.
En donde habrían detectado una señal de radio repetitiva, una FRB, que les ha terminado llevando hasta su origen en un exoplaneta de nombre YZ Ceti b, situado a 12 años luz de la Tierra con características muy similares a nuestra casa.
Sin embargo al final no se habría tratado de un sitio con una civilización igual de avanzada que la nuestra intentando contactar a alguien en el espacio.
Sino que en sí el exoplaneta contaría con una atmósfera propia así como con su propio campo magnético, que estaría detonando dichas emisiones por su interacción con el campo magnético de YZ Ceti b y su estrella.
Lo curioso aquí es que dicha combinación de factores se trataría de un fenómeno que no se había detectado hasta ahora en planetas similares al nuestro.