De acuerdo con datos del Banco Mundial, en 2023 la población mundial superó los 8 mil millones de habitantes, de los cuales un 57% vive en los 10 países más poblados: India (1,428 millones), China (1,410), Estados Unidos (334), Indonesia (277), Pakistán (240), Nigeria (223), Brasil (216), Bangladesh (172), Rusia (143) y México (128).
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Dos de esos países tienen tasas de crecimiento poblacional negativas: Rusia (-0.28%) y China (-0.10%). Sin embargo, de acuerdo con un estudio realizado por el Instituto de Métricas y Evaluación de Salud de la Universidad de Washington, tres cuartas partes (155) de los países del mundo (204) tendrán tasas de fertilidad tan bajas para 2050 que no podrán mantener el tamaño de su población.
No es algo que pasará de la noche a la mañana, ni se sabe a qué ritmo sucederá, pero en Italia ya están cerrando salas de maternidad, en China están apareciendo ciudades fantasma, en Corea del Sur hay universidades que no encuentran suficientes alumnos, y en Japón las ventas de pañales para adultos superan las de pañales para bebé, por dar algunos ejemplos de cosas que sucederán con el declive de la población, según reporta The New York Times.
Si hay menos nacimientos, habrá menos niñas que tengan hijos cuando crezcan. Y si tienen familias más pequeñas de las que tuvieron sus padres, algo que ya ocurre en decenas de países, podría parecer que la disminución va en caída libre.
“Rusia alcanzó el mayor número de habitantes en 1993 con más de 147 millones de personas, por lo que su proceso de declive lleva más de 30 años. Las tasas de crecimiento poblacional en otros países son positivas, pero a un menor ritmo, y en unos años su población empezará a decrecer. Italia ya lo hace, con una tasa de crecimiento de -0.30%, por dar un ejemplo”, comenta Mauricio Elías, Maestro en Economía por la Universidad de Essex, Inglaterra.
En América Latina y el Caribe, agrega, la tendencia es similar, las tasas de crecimiento poblacional han ido disminuyendo con el paso del tiempo, pasando de 1.47% en 2000 a 0.74% en 2023. Los casos más extremos son Cuba y Uruguay, donde las muertes ya superan los nacimientos.
“El declive de la población trae consigo numerosos retos y áreas de oportunidad. Esta transición demográfica a nivel global supone varios retos en términos económicos, medioambientales y sociales”, destaca Mauricio Elías.
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En términos económicos, una de las principales preocupaciones recae en las finanzas públicas ya que una población más envejecida requiere de mayores recursos económicos para hacer frente a pensiones cada vez más elevadas, así como un gasto mayor en salud pública para atender a los adultos mayores.
El envejecimiento poblacional también supone una baja en la productividad laboral y pérdida de fuerza de trabajo, lo cual incentivará aún más a las nuevas tecnologías como la robotización de actividades rutinarias en los centros de trabajo y la cada vez mayor utilización de inteligencia artificial para revertir la citada pérdida de fuerza laboral productiva.
“En términos medioambientales, el declive de la población podría suponer un alivio para el planeta, ya que disminuiría el uso de combustibles fósiles utilizados para elaborar y transportar mercancías y personas. También habría una menor demanda de alimentos, entre otros efectos, aunque un verdadero impacto de este declive estaría lejano”, concluye el especialista en análisis económicos y financieros.
En resumen, las evaluaciones precisas de la fecundidad o reproducción biológica actual y futura, incluyendo tendencias generales y cambios en estructuras de edad de la población en distintos países y regiones, son esenciales para ayudar a planificar los profundos desafíos sociales, económicos, ambientales y geopolíticos que traerán consigo estos cambios.
Las Claves
- Las estimaciones y proyecciones de población son necesarias para elaborar las políticas públicas de cualquier país.
- En el siglo XX la población global pasó de 1,600 millones de habitantes en 1900 a 6,150 millones en el año 2000.
- En contraste, se estima que más del 95% de los países estarán en la misma situación y tendrán un declive de población para el año 2100.
- La ONU estima que la población mundial llegará a su pico en el año 2080, alcanzando 10,400 millones de habitantes.
Cifra
- El 57% de la población mundial vive en 10 países.
4 PREGUNTAS A…
Dr. Frank Swiaczny, Investigador Senior, Instituto Federal de Población de Alemania
1. ¿Cómo podemos entender mejor el declive de la población?
— El descenso de la población es una consecuencia de la fecundidad por debajo del nivel de reemplazo de 2.1 hijos por mujer, en promedio, y sigue a la caída de la fecundidad con una diferencia de tiempo de algunas décadas. Una vez que la fecundidad comienza a disminuir, la disminución de la población y el envejecimiento son inminentes. Las proyecciones de población requieren supuestos sobre la fecundidad futura para calcular las tendencias demográficas futuras y dichos supuestos generalmente se derivan de las tendencias observadas de descenso pasado de la fecundidad en países donde el descenso de la fecundidad ocurrió antes.
Actualmente, para los supuestos de fecundidad, nos basamos en dos observaciones. Primero, una vez que la fecundidad comienza a disminuir, el descenso continúa por debajo de los niveles de reemplazo. Segundo, una vez que se alcanzan los niveles por debajo del reemplazo, es poco probable que la fecundidad vuelva a aumentar por encima del nivel de reemplazo. Si estas observaciones son correctas, como consecuencia, tarde o temprano todos los países se enfrentarán a un exceso de muertes sobre nacimientos y, en ausencia de avances en materia de migración, a una disminución de la población.
2. ¿Puede compartir aspectos positivos negativos relacionados con el declive de la población?
— Tanto la proyección de un crecimiento descontrolado como la de una disminución de la población se basan en el supuesto de una continuación de las tendencias demográficas durante muchas generaciones. En un período de tiempo tan largo, las proyecciones se vuelven cada vez más inciertas. En ese sentido, deben tratarse como un escenario que describe uno de los muchos resultados futuros posibles, no como una predicción.
Las condiciones de fertilidad tienen la misma probabilidad de cambiar en el futuro como lo han hecho en el pasado. Nadie fue capaz de predecir el cambio de paradigma de la fertilidad por debajo del nivel de reemplazo antes de que ocurriera en los países europeos en la década de 1970. Los desafíos actuales para el desarrollo sostenible son amenazas inminentes y merecen toda nuestra atención.
3. ¿Es difícil imaginar todas las implicaciones relacionadas con la disminución de la población?
— En muchos de los problemas provocados por el envejecimiento y la disminución de la población, es sobre todo la velocidad del cambio lo que plantea inquietudes sobre cómo adaptarse a las nuevas circunstancias. El tamaño de la población o la tasa de dependencia (el índice que expresa la proporción existente entre la población dependiente y la activa, de la que se depende) en sí no son motivo de tanta preocupación.
Los países de altos ingresos, por ejemplo, tuvieron fases de alto crecimiento y aumento de la riqueza en momentos en que sus poblaciones eran mucho más pequeñas que hoy. Lo mismo aplica con la tasa de dependencia: con grandes cohortes de jóvenes en el pasado, la inversión en educación y la creación de empleos y viviendas fueron un desafío, pero se lograron con éxito en condiciones de altos niveles de dependencia.
La idea de que una población más pequeña contribuiría a la sostenibilidad porque menos personas demandarían menos recursos y tendrían un menor impacto en el medio ambiente es demasiado simplista. ¡Lo que importa son los patrones de consumo y de producción, no el tamaño de la población!
Un niño que nace hoy tiene una huella diferente si nace en una sociedad rica que en una sociedad pobre. El 10% de las personas más ricas son responsables de casi la mitad de las emisiones globales de carbono, mientras que la mitad más pobre de la población mundial es responsable de menos del 10% de las emisiones, según estimaciones recientes.
4. ¿Cuál es la “conjetura fundamentada” sobre la velocidad del declive de la población después del pico global?
— Las proyecciones de población son bastante precisas a corto plazo porque la mayoría de las personas que vivirán en 2050, por ejemplo, ya han nacido. Sabemos cuántos hijos tendrán y cuánto tiempo vivirán, en promedio. A largo plazo hay más incertidumbre, y en particular sobre el descenso de la fertilidad en países donde los niveles de fertilidad todavía son altos.
La ONU utiliza patrones de descenso de fertilidad observados en el pasado para derivar suposiciones sobre las tendencias a futuro. Los principales resultados de las proyecciones de población anteriores fueron, en general, muy similares a las tendencias reales. Sin embargo, también ofrece variantes que toman en cuenta la incertidumbre sobre tendencias a futuro. El grado de incertidumbre aumenta con el tiempo, y es mayor en países con una fertilidad alta.
El descenso de la población después del pico comenzará lentamente y adquirirá impulso con el paso del tiempo. La velocidad con la que se reducirá la población en el futuro dependerá del nivel de fertilidad. Si la fertilidad se mantiene ligeramente por debajo del nivel de reemplazo, tardará un tiempo en adquirir impulso. Si la fertilidad continúa disminuyendo después de finales de siglo, el descenso será más rápido.
Frank Swiaczny fue Jefe de Análisis y Tendencias Poblacionales en la ONU de 2017 a 2020.