Antes de que Thomas Crooks, de 20 años, quisiera disparar contra Donald Trump, agentes de la policía de Pensilvania le advirtieron al Servicio Secreto de que había una persona sospechosa en la zona, confesó un funcionario a NBC News.
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Primera advertencia fue realizada a la Policía de Pensilvania y ellos notificaron al Servicio Secreto
La primera advertencia ocurrió de parte de asistentes del evento hacia la policía local, ellos le dijeron a las autoridades que habían visto a Crooks caminar de un lado a otro y comportándose de manera extraña cerca de los magnetómetros, reseña NBC News.
Los funcionarios contaron que empezaron a perseguir a Crooks a pie y, durante la persecución, la policía le dijo al Servicio Secreto que estaban buscando a una persona sospechosa cerca del evento.
El Servicio Secreto ya sabía de la persona sospechosa
NBC News explica que “no está claro a qué hora se notificó al Servicio Secreto y si fue antes de que Trump subiera al escenario”. Pero el funcionario dijo que “el Servicio Secreto fue informado de la presencia de una persona sospechosa antes de que la policía local descubriera a Crooks en el tejado del edificio de una empresa”.
¿Fuera del perímetro de seguridad?
Las dudas surgen entorno a las medidas de seguridad para detener a Crooks.
“Tras el tiroteo, un portavoz del Servicio Secreto dijo que la ubicación del tejado se encontraba fuera del perímetro de seguridad central del Servicio Secreto y que era responsabilidad principal de las fuerzas de seguridad locales”, añade NBC News.
Ante la situación, funcionarios del Servicio Secreto informaron que la responsabilidad de la seguridad de Trump recae únicamente en el Servicio Secreto. Otros agentes creen que el tiroteo pudo evitarse vistiendo al Servicio Secreto de civiles y así detener al joven de disparar.