“Se supone que deba estar muerto”, así lo dijo el expresidente y actual candidato presidencial Donald Trump en entrevista a New York Post. El también magnate, se salvó por un ligero movimiento de su cabeza, gracias a esto, estuvo a centímetros de un balazo que hubiera acabado con su vida el pasado sábado durante un mitin en Pensilvania. No lo salvó ningún cuerpo de seguridad, sino como según él contó que le dijo el médico: está vivo por “un milagro”. Mientras tanto, el Servicio Secreto de Estados Unidos responsabilizó a la policía local por no cuidar los alrededores del sitio donde fue el evento en el que lo atacaron.
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Anthony Gugliemi, representante del Servicio Secreto, dijo a The New York Times, que a este organismo le correspondía resguardar el área donde estaba Donald Trump, en cambio a la Policía de Pensilvania, le tocaba garantizar la seguridad fuera del perímetro donde estaba el candidato presidencial, es decir, estaban a cargo de vigilar la zona desde donde le dispararon.
El funcionario explicó que la policía de esta región tenía que asegurar y patrullar los terrenos de la fábrica de AGR International Inc, que está situada a 130 metros del estrado donde Donald Trump daba su discurso al momento del atentado. Según los informes, fue desde esta fábrica, que disparó Thomas Matthew Crooks, el joven de 20 años, que cayó abatido al ser localizado por la policía.
Servicio Secreto y testimonio de vecinos sobre actuación policial antes del atentado a Donald Trump
New York Post publicó que en un sondeo con los habitantes aledaños a Butler Farm Show Grounds (donde fue el evento en el que Donald Trump sufrió el atentado), todos concordaron en que ninguna agencia, ni organismo de seguridad visitó el área antes del mitin de Donald Trump.
“Nadie me contactó. Nadie. Nadie me llamó, nadie se detuvo aquí”, dijo Valerie Fennell, al citado medio, destacando que todos sus vecinos estaban asombrados por el hecho debido a su cercanía con el lugar del atentado.
La mujer agregó que “estaba hablando con mis vecinos ayer, y ninguno de ellos había recibido una llamada. O cualquier cosa”.
Los residentes del vecindario notificaron a la policía sobre la actitud de Thomas Crooks, cuyo cadáver quedó en la zona, desde donde supuestamente disparó.