“La democracia no goza de buena salud”, así lo indicó este domingo 7 de julio, el Papa Francisco, en su intervención en un acto por la 50° Semana Social de los católicos en la ciudad de Trieste, Italia.
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El sumo pontífice afirmó además que la democracia debe coexistir con verdaderas condiciones para expresarse y participar, algo que lamentablemente cada vez es más cuesta arriba algunos países, situación que según él es muy preocupante porque es una de las causas de que el número de gente que debería participar en votaciones, por desconfianza o por miedo, no lo hacen como corresponde.
“No se creen las condiciones para que todos se puedan expresar y participar. La indiferencia es el cáncer de la democracia. La participación no se improvisa. Esto nos interesa y nos preocupa porque está en juego el bien del hombre y nada de lo que es humano nos puede ser extraño”, explicó en su discurso el líder religioso.
Más atención en las personas que no son tomadas en cuenta
El Papa también se refirió a las personas que no son tomadas en cuenta por parte del sistema político implementado en estos tiempos, asegurando que hay que prestarle atención a la gente que queda afuera o al margen de los procesos, además, agregó que la crisis de la democracia es como un corazón “infartado”.
“Cada vez que alguien es marginado, todo el cuerpo social lo sufre. La cultura del descarte diseña una ciudad donde no hay lugar para los pobres, los recién nacidos, las personas frágiles y los enfermos, los niños, las mujeres, los jóvenes y viejos. Esta es la cultura del descarte. El poder se hace autorreferencial: esta es una enfermedad incapaz de escuchar y dar servicio a las personas. Todos deben sentirse parte de un proyecto de comunidad: nadie debe sentirse inútil”, agregó el argentino de 87 años.