El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo el domingo que la actual fase de la lucha contra Hamás en Gaza está llegando a su fin, pero no como un anticipo de una tregua. La afirmación está con el envío más tropas de Israel a su frontera norte para enfrentarse a la milicia libanesa Hezbollah.
Los comentarios amenazan con aumentar aún más la tensión entre Israel y Hezbollah en un momento en que parecen acercarse a la guerra. Netanyahu también señaló que no hay final a la vista para la devastadora guerra en Gaza.
No es el fin de la Guerra en Gaza
El gobernante israelí indicó en una extensa entrevista televisada que aunque el ejército está por completar su actual ofensiva terrestre en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, eso no significa que se acabó la guerra contra Hamás. Pero agregó que se necesitarán menos tropas en Gaza, lo que liberaría fuerzas para luchar contra Hezbollah.
“Tendremos la posibilidad de trasladar a algunas de nuestras fuerzas al norte, y eso haremos. Antes que nada, como defensa”, dijo Netanyahu al Canal 14 de Israel —un canal televisivo favorable al primer ministro—, en una entrevista que frecuentemente fue interrumpida por aplausos de la audiencia en el estudio.
Netanyahu señaló que la ofensiva de Israel en Gaza está amainando y que ha infligido graves daños a Hamás en Rafah. Pero agregó que Israel debe continuar con las operaciones en la zona. La actual fase de la guerra “está por terminar”, afirmó Netanyahu. “Eso no significa que la guerra esté por terminar”.
El primer ministro volvió a mencionar un “drástico descenso” en las entregas de armas de Estados Unidos, el aliado más cercano de Israel, lo que obstaculiza el esfuerzo bélico.
Aunque Estados Unidos y otros mediadores están presionando para un plan de cese el fuego, Netanyahu ha descartado un final a la guerra hasta que Israel libere a todos los cautivos y destruya las capacidades militares y de gobierno de Hamás.
Sobre el futuro de Gaza, Netanyahu comentó que está buscando una manera de crear una “administración civil” palestina para lidiar con los asuntos del día a día en Gaza, con suerte con el respaldo de países árabes. Descartó cualquier participación de la Autoridad Palestina, que fue expulsada de Gaza por Hamás en 2007. Así también descartó una opción favorecida por algunos de sus socios gobernantes ultra nacionalistas: volver a asentar a israelíes en Gaza, como hasta el 2005. “El tema del asentamiento no es realista”, comentó. “Yo soy realista”.
Creciente tensión en el norte de Israel con Hezbollah
Hezbollah, respaldado por Irán al igual que Hamás, comenzó a atacar Israel casi inmediatamente después de la ofensiva israelí en Gaza. Desde entonces, Israel y Hezbollah han intercambiado fuego casi todos los días, pero la lucha se ha intensificado en semanas recientes, lo que genera temores de una guerra en toda regla.
Hezbollah es mucho más fuerte que Hamás, y abrir un nuevo frente aumentaría el riesgo de una guerra más amplia y a nivel regional que involucre a otros aliados iraníes y quizás al propio Irán, lo que podría causar fuertes daños y bajas masivas en ambos lados de la frontera.
El enviado de la Casa Blanca, Amos Hochstein, estuvo la semana pasada en la región reuniéndose con funcionarios en Israel y Líbano en un intento por reducir la tensión. Pero la lucha ha continuado.
Netanyahu agregó que cualquier pacto no sólo sería “un acuerdo sobre papel”, sino que requeriría que Hezbollah esté lejos de la frontera, un mecanismo de cumplimiento y que los israelíes regresen a sus hogares. Decenas de miles de personas fueron desalojadas poco después de que el combate estallara y no han podido regresar a casa.
Hezbollah ha dicho que seguirá luchando contra Israel hasta que se logre un cese el fuego en Gaza. El líder del grupo, Hassan Nasrallah, advirtió la semana pasada a Israel que no inicie una guerra, ya que Hezbollah tiene nuevas armas y capacidades de inteligencia que podrían ayudarle a atacar posiciones más críticas en el interior de Israel.