En el amanecer de este miércoles 12 de junio, comenzaron a entrar al puerto de La Habana, Cuba, embarcaciones marítimas militares proveniente de Rusia. En específico, se trata de una fragata y un submarino nuclear, situación catalogada por expertos en política internacional como la mayor demostración militar rusa en muchos años.
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La situación sin dudas alertó al mundo y en especial, a la Armada de los Estados Unidos, por lo que rápidamente se desplegó buques de guerra y aviones para su correspondiente monitoreo. Cabe destacar que la capital cubana se encuentra a tan sólo 160 kilómetros de Key West, en el Estado estadounidense de Florida, en el cual se está una Estación Aérea Naval.
Llegada con previo aviso
Aunque muchos manifestaron su asombro por el acontecimiento, en realidad todo estaba previsto con anterioridad e incluso, la Cancillería cubana había confirmado la semana pasada en un comunicado sobre la visita de la flota rusa, misma que durará hasta el próximo domingo 16.
Además, también informó la semana pasada el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Minfar,) que los navíos no cuentan con armas nucleares, por lo que no representan una “amenaza para la región”.
“De acuerdo con los procedimientos estándar, hemos estado monitoreando activamente los barcos rusos mientras transitan por el Océano Atlántico dentro de aguas internacionales. Los activos aéreos y marítimos bajo el Comando Norte de Estados Unidos han realizado operaciones para garantizar la defensa de Estados Unidos y Canadá. Los despliegues de Rusia son parte de una actividad naval rutinaria que no representa una amenaza o preocupación directa”, indicó la inteligencia estadounidense según el Miami Herald.
La prensa local detalló que varios grupos de pescadores y algunas personas presentes desde el paseo marítimo del Malecón de La Habana, dieron la bienvenida a los buques que pasaban cerca del Castillo del Morro, una fortaleza colonial de unos 400 años de antigüedad.