En el ámbito de la tecnología, existen nombres que ya quedaron marcados en la historia mundial. Entre ellos está Bill Gates, quien ayudó a fundar Microsoft en 1975 y que hoy celebra su vida como filántropo. En esa lista también tenemos a Elon Musk, figura clave en empresas relacionadas a vehículos eléctricos, como Tesla, o SpaceX, vinculada a la industria aeroespacial. Respecto a sus riquezas, ambos se encuentran dentro del Top 10 de Forbes, con Musk en el tercer puesto y Gates en el séptimo.
Si bien les separan décadas de conocimientos, lo cierto es que hablamos de dos de los titanes tecnológicos más influyentes en la actualidad. Y como no podía ser de otra forma, estos dos comparten una curiosa historia de enemistad que ha perdurado en los últimos años.
Bill Gates vs. Elon Musk
Tal como indica la biografía de Elon Musk escrita por Walter Isaacson, corría 2022 y estos empresarios se encontraron en un evento público. “Me encantaría ir a verte y conversar contigo sobre filantropía y clima”, le comentó Gates al CEO de Tesla. Pero lo que parecía ser el inicio de una gran amistad - o al menos de un diálogo constructivo - rápidamente se tornó en un campo de batalla de ideas y principios.
¿La razón? Aquel encuentro derivó en la visita de Gates a la Giga Factory de Tesla, ubicada en Texas, Estados Unidos. Pero mientras el cofundador de Microsoft defendía el uso de baterías en camiones de carga pesada y energía solar para frenar el cambio climático, Musk se calzaba en la vereda contraria a estas creencias. También hablaron sobre Marte, pero la conversación no perduró: Gates no pudo esconder su escepticismo respecto a la obsesión del nacido en Sudáfrica por colonizar el Planeta Rojo.
“Yo no veo lo de Marte. Él está obsesionado con Marte. Le dejé que me explicara sus ideas sobre el tema, que son realmente peculiares. Es un planteamiento bastante loco en el que, si se produce una guerra nuclear en la Tierra y hay gente en Marte, pues esa gente volverá a la Tierra y seguirá viva después de que todos los demás nos hayamos matado unos a otros”, reconoció Gates al biógrafo.
Tras ello, la gota que colmó el vaso fue que Gates reconociera haber vendido sus acciones de Tesla en corto por 500 mil dólares, lo que según Musk significaba desestimar los esfuerzos de su empresa por la sostenibilidad energética, acto que calificó como una “hipocresía”.
“Le pedí disculpas. Cuando se enteró de que había vendido al descubierto las acciones, fue muy grosero conmigo, pero es tan grosero con tantas personas que no puedes tomártelo demasiado personalmente”, narró Gates posteriormente.
De esta forma y pese a las disculpas de Gates por el caso, la relación entre ambos magnates se distanció aún más. Y aunque Musk admitió que siempre había admirado a Gates, la “contradicción” de haberse querido separar de Tesla fue un acto que no puedo perdonar, transformándose en un símbolo de tensión dentro de la industria.