La causa de muerte de O. J. Simpson ya se conoce oficialmente, mientras que tras su deceso aún sigue siendo blanco de los señalamientos por el asesinato de su esposa Nicole Brown Simpson en 1994.
TMZ reveló que la causa de muerte de la exestrella de la NFL fue cáncer de próstata, tal como se manejaba mediáticamente.
El citado medio indicó que Malcolm LaVergne, abogado de Simpson, dijo que recibió el certificado de defunción del también ex actor, corroborando lo que ya se conocía como causal de su fallecimiento.
O. J. Simpson murió el pasado 10 de abril, y aunque a través de un breve mensaje en su cuenta X, su familia notificó que falleció por cáncer, no precisaron qué tipo de cáncer tenía.
“El 10 de abril, nuestro padre, Orenthal James Simpson, sucumbió a su batalla contra el cáncer. Estaba rodeado de sus hijos y nietos. Durante este tiempo de transición, su familia le pide que respete sus deseos de privacidad y gracia”, fue el escrito de sus seres queridos.
El actor, de 76 años, pasó los últimos meses de su vida en cuidados paliativos. Sus últimos días estuvo en su casa, donde recibió la visita de parientes y amigos cercanos. Ante los medios, trascendió que a quienes lo visitaron les hicieron firmar un contrato de confidencialidad para no dar información sobre cómo estaba en ese momento, además les prohibieron los teléfonos para entrar a su habitación.
LaVergne informó que al cuerpo de Simpson lo incineraron en Palm Mortuary, Las Vegas. No le hicieron un funeral público, ni ningún tipo de homenaje.
O. J. Simpson y su marca
Aún después de su muerte, O. J. Simpson sigue marcado por el asesinato de su esposa Nicole Brown Simpson y del amigo de ella, Ron Goldman. Aunque lo absolvieron de los cargos, posteriormente lo declararon civilmente culpable.
New York Post publicó: “El verdadero asesino ha muerto”, mientras que un presunto testigo declaró que el exfutbolista pagó a mafiosos para matar a Nicole, según publicó Daily Mail.
El supuesto testigo dijo que no había hablado antes por miedo, ya que estaba amenazado de muerte, pero que tras el fallecimiento de Simpson y de gran parte de los mafiosos implicados en el caso, se sintió libre de desahogarse.