Un caso sorprendente ha sacudido las redes luego de que se informara estos últimos días que una bebé “revivió” en pleno funeral en Ciudad del Este, una localidad en Paraguay. La pequeña había nacido alrededor del mediodía del viernes 12 de abril pero fue declarada muerta al poco tiempo de haber nacido. Posteriormente, en medio de su funeral, la bebé se movió y fue traslada de vuelta al hospital donde había nacido.
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La bebé nació mediante una cesárea, después de que su madre, una joven de 21 años, presentó complicaciones en su séptimo mes de gestación, según relataron los familiares a los medios locales.
El padre de la bebé, Ignacio Medina, relató al canal Telefuturo que recibió el pequeño cuerpo “todo morado”. La pareja, que ya había sufrido otra pérdida de un hijo bebé, se trasladó de hasta una zona de Minga Guazú, localidad distante a unos 20 kilómetros de Ciudad del Este, la capital del departamento de Alto Paraná, fronterizo con Argentina y Brasil, para llevar a cabo los actos velatorios.
“Llevamos a la casa de mi mamá y la estábamos velando”, comentó Medina. Antes de salir al cementerio, uno de sus tíos se percató de que la bebé movía la cabeza y avisó a los presentes. “Después nos fuimos a mirar y su corazoncito estaba latiendo”, agregó el joven, que contó también que después de eso retornaron de inmediato al hospital.
¿Cuál habría sido la posible explicación médica para este hecho?
El director del Hospital Regional de Ciudad del Este, Federico Schrodel, fue cuestionado sobre que pudo haber acontecido para que se diere este aparente milagro. El médico no descartó que pueda tratarse de un caso de catalepsia.
“Por el estado de prematuridad, puede suceder esto, prácticamente el paciente se queda sin signos vitales”, agregó el especialista, y advirtió que puede darse un caso de este tipo por cada cinco millones de nacimientos.
La catalepsia, según explica National Geographic en un artículo, se trata de un trastorno del sistema nervioso que se manifiesta con la rigidez muscular, la falta de reacción a los estímulos físicos y la desaceleración -hasta un punto casi imperceptible- de las funciones corporales. No es como tal una enfermedad: hasta ahora, se ha estudiado como un signo de otras patologías como la epilepsia, el Parkinson o la adicción a las drogas, en el caso de los adultos. Sin embargo, se conocen por completo los mecanismos neurofisiológicos que están detrás de este trastorno.
A pesar de que los síntomas de la catalepsia son muy similares a los de una muerte “al uso”, un electrocardiograma (ECG) será la herramienta definitiva para descartar o confirmar el deceso. Durante un episodio de catalepsia, la respiración y el pulso tienen un ritmo muy bajo y pueden dar lugar a dudas. Sin embargo, las constantes vitales sí están presentes y pueden registrarse a través de una máquina de ECG.