Tras el colapso del puente de Baltimore en la madrugada del martes debido al impacto de un carguero, las autoridades estadounidenses han reconocido abiertamente los desafíos que enfrentarán en la reconstrucción de esta vital infraestructura. En una conferencia de prensa, el secretario de Transporte de Estados Unidos, Pete Buttigieg, declaró que el proceso no será “ni rápido, ni fácil, ni barato”, subrayando la complejidad de la tarea por delante.
“Todavía no conocemos completamente la condición de las partes del puente que aún están en pie o que tienen infraestructura debajo de la superficie del agua, por lo que la reconstrucción no será rápida, fácil ni barata, pero lo lograremos”, apuntó.
La reconstrucción del puente de Baltimore no será rápida, afirman las autoridades
Buttigieg, junto al vicealmirante Peter Gautier de la Guardia Costera de los Estados Unidos, compareció en la Casa Blanca después de reunirse con el Presidente Joe Biden, quien reiteró el compromiso total de su administración con la recuperación y reconstrucción del puente. El Departamento de Transporte ha establecido cuatro prioridades claras: reabrir el puerto, abordar las interrupciones en la cadena de suministro, reconstruir el puente y gestionar las implicaciones para el transporte terrestre durante este proceso.
Una de las principales preocupaciones es determinar la condición de las partes restantes del puente y la infraestructura submarina, lo que añade incertidumbre al proceso de reconstrucción. La colaboración entre la Guardia Costera y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército será fundamental para la limpieza del canal y la reapertura del puerto, garantizando su funcionamiento pleno lo antes posible.
Según expertos, la reconstrucción del puente de Baltimore podría extenderse desde 18 meses hasta varios años, con un costo estimado de al menos 400 millones de dólares, superando más del doble esa cifra, citó NBC.
El compromiso del gobierno de EE.UU. es claro: aunque la reconstrucción será un desafío arduo, se llevará a cabo con determinación y recursos adecuados. Se espera que la reapertura del tráfico fluvial sea una de las primeras metas a alcanzar, seguida de la restauración del puente y la mitigación de las consecuencias en la cadena de suministro y el transporte terrestre.
Este incidente destaca la importancia crítica de mantener y modernizar la infraestructura de transporte en los Estados Unidos. La inversión en infraestructura se ha convertido en una prioridad nacional, y la reconstrucción del puente de Baltimore servirá como un recordatorio de la necesidad continua de mejorar y fortalecer nuestras redes de transporte.