Desde que el fiscal especial Robert Hur describió al presidente Joe Biden como un “anciano con mala memoria” en un informe, ha habido opiniones erróneas en cuanto a los cambios cognitivos asociados con el envejecimiento, según neurólogos.
El estrés puede ocasionar fallas en la memoria
El informe que habla sobre el manejo de documentos clasificados por parte de Biden asegura que el presidente no recuerda el tiempo exacto que fungió como vicepresidente y que constantemente intenta recordar el momento que falleció su difunto hijo, Beau Biden.
Biden, por su parte, durante un encuentro atropellado con la presa asegura que “mi memoria está bien”. También se han analizado las veces en las que el presidente, de 81 años, confundió nombres de otros líderes extranjeros.
Neurólogos aseguran que “olvidar los nombres de conocidos o tener dificultades para recordar fechas del pasado, especialmente cuando se está bajo estrés, puede ser simplemente parte del envejecimiento normal”, explica NBC News en su portal web.
Solo un especialista es quien hace el diagnóstico
“Si me preguntaran cuándo falleció mi madre, no necesariamente podría decirle el año exacto porque fue hace muchos años”, dijo el doctor Paul Newhouse, líder clínico principal del Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer de Vanderbilt.
Newhouse añade que casi todos los adultos mayores tienen problemas para recordar los nombres de las personas.
“Creo que es, con diferencia, la queja más universal de todas las personas a medida que envejecen”, afirmó Newhouse.
El especialista dice que este tipo de comportamientos no predice quién tiene y quien no tiene trastornos de la memoria. Solo un especialista es quien hace el diagnóstico, no observadores externos.
Olvidar momentos no significa problemas de memoria
El doctor Dennis Selkoe, codirector del Centro Ann Romney de Enfermedades Neurológicas del Hospital Brigham and Women’s de Boston, concuerda en que olvidar nombres no es sinónimo de problemas de memoria. Pero el estrés y la falta de sueño sí puede afectar la memoria, sin mencionar la edad.
“Nombrar nombres propios no es una base adecuada para llegar a una conclusión sobre si un individuo tiene un trastorno de memoria progresivo más consistente y más preocupante”, dijo Selkoe.