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Despiden a conductora de autobús escolar por beber alcohol mientras transportaba a los niños

Hanna aseguró que se trató de una simple equivocación que ha puesto su vida de cabeza. “Fue solo un error”, repetía mientras lloraba.

La condutora fue despedida despues de ingerir una bebida que segun ella no sabia que contenia alcohol. | Foto: Referencial
La condutora fue despedida despues de ingerir una bebida que segun ella no sabia que contenia alcohol. | Foto: Referencial

Una conductora de un autobús escolar fue sorprendida la semana pasada tomando una bebida con alcohol mientras llevaba a los estudiantes de regreso a casa en Long Island (Nueva York) y fue despedida tras 15 años de trabajo.

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Amal Hanna, de 60 años, fue sorprendida con una lata de White Claw mientras transportaba el pasado miércoles a los estudiantes de la Smithtown High School, por lo que fue “retirada rápidamente del autobús, explicó Mark Secaur, el superintendente del Distrito Escolar Central de Smithtown, en un comunicado citado por la emisora local News 12.

White Claw

Es una bebida de diferentes sabores fabricada por la cervecera canadiense Mark Anthony y en su sitio web dice que está hecha a base de una mezcla de agua con gas, con una base de alcohol sin gluten y un toque de sabor de fruta.

Tras el incidente, Hanna fue despedida de la WE Transport Inc., la empresa de autobuses escolares propietaria del vehículo que conducía.

Además, un portavoz de la compañía le dijo al diario The New York Post que la conducta de Hanna había sido “completamente inaceptable” y que la mujer había sido “retirada inmediatamente del servicio”.

“Fue un error”

Tras ser despedida, Hanna expresó su tristeza al explicar que era abstemia y que además no tomaba alcohol porque estaba recibiendo quimioterapia contra el cáncer.

La mujer dijo a la cadena de televisión que tomó la lata del refrigerador que comparte con su compañera de apartamento en Hauppauge, Nueva York, pensando que se trataba de una simple bebida saborizada con alguna fruta.

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“Para gente como yo que no bebe, ¿cómo vamos a saber que esto tiene alcohol?”, cuestionó ante las cámaras mientras señalaba la lata que solo lo advierte con una letra pequeña.

Entre el llanto, Hanna aseguró que se trató de una simple equivocación que ha puesto su vida de cabeza. “Fue solo un error”, repetía mientras lloraba al pensar sobre la posibilidad de perderlo todo, mientras se somete a las quimioterapias, tras haber perdido el empleo que tanto amaba.

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