Las personas que hayan atravesado una infancia compleja sufrirán una conducta fuerte y diversos problemas emocionales, dado que según el trato en la primera etapa de la vida será la actitud de cada persona al pasar el tiempo y vivir la adultez.
De esta manera lo detalló la profesora Aitana Gomis Pomares, de la Universitat Jaume I de Castelló, junto su equipo de investigación, quienes abarcaron el tema ampliamente. Aparte, American Psychological Association respaldó el estudio elaborado.
Infancia complicada, ¿cuándo se tiene?
Se tiene una infancia complicada cuando la situación impacta fuertemente en el ser humano, siendo duradero. “La terminología científica para esto es ACEs, que significa Adverse Childhood Experiences o experiencias adversas en la infancia”.
Destacan: “El abuso físico o emocional, la negligencia en varios grados, y situaciones familiares problemáticas como tener un familiar encarcelado o con trastornos mentales. Estas ACEs son como las cicatrices invisibles que marcan la psique y el desarrollo” de una persona.
“Las ACEs literalmente reconfiguran el cerebro de los niños. Pueden alterar la producción de hormonas del estrés, lo que a su vez afecta la manera en que una persona responde al estrés durante toda su vida. Esto no solo se traduce en problemas emocionales y de conducta, sino que también puede llevar a enfermedades crónicas como la depresión, la ansiedad”, aparte de trastornos alimentarios.
Aunado, “las ACEs también tienen un impacto en el sistema inmunitario. Un cuerpo en constante estado de lucha o huida está más propenso a inflamaciones y enfermedades. Algunos estudios sugieren que las ACEs pueden incluso acortar la longevidad”.
Abuso de sustancias
El mal trato en la infancia puede afectar tanto en la edad adulta que puede desencadecar caída en abuso de sustancias. “Las personas con altas puntuaciones de ACEs son mucho más propensas a recurrir al alcohol, drogas o incluso el tabaquismo como una forma de automedicación”.
En este caso, queda clara la conexión entre el pasado y presente. “Las ACEs crean un ambiente psicológico y emocional que hace más probable que alguien recurra a sustancias” como una manera de huir de la realidad.