El uso saludable de las redes sociales puede servir para mejorar el bienestar mental de jóvenes y adolescentes. Una encuesta realizada a 1.500 adolescentes entre 15 y 29 años, revela que el bienestar físico y psicológico es su principal preocupación.
“Dos de cada tres jóvenes encuestados se preocupan mucho o bastante por su salud. El estudio La innovación tecnológica aplicada al cuidado de la salud: La mirada de adolescentes y jóvenes realizado por la Fundación Fad Juventud junto a la farmacéutica Pfizer ha revelado la frecuencia con la que usan las tecnologías para cualquier asunto relacionado con bienestar”, reseñó El País.
“Asimismo, se ha descrito una nueva forma de ansiedad, denominada “miedo a perderse algo” o FOMO (por sus siglas en inglés) que consiste en la necesidad compulsiva de estar conectado constantemente para no perderse nada de lo que hacen los demás”, respectivamente.
Los jóvenes usan las redes sociales cuando están enfermos
Es importante destacar que la pandemia de covid aumentó la preocupación por la salud, pero los jóvenes ya utilizaban desde antes de marzo de 2020 las herramientas tecnológicas para informarse sobre estos asuntos.
“Cuando tienen dudas sobre prevención, cuidado o síntomas, consultan primero a su médico de cabecera, después investigan en redes sociales, luego hablan con médicos especialistas y relegan al cuarto puesto a sus madres”, enfatizó El País.
“Conforme a las estadísticas expuestas, siete de cada diez utilizan las redes cuando presentan algún síntoma o no se encuentra bien. También cerca del 70% busca información sobre algún problema de salud consultando a alguien de su entorno”.
Trae consecuencias
Esta necesidad de estar conectado constantemente, aparte de generar ansiedad, puede tener un impacto negativo en la calidad del sueño, puede afectar la salud mental y causar trastornos alimenticios y depresivos.
Asimismo, las redes sociales aumentan la presión estética, con imágenes poco realistas que pueden afectar la imagen corporal que se tiene de uno mismo, bajar la autoestima y llevar a la búsqueda de la perfección, lo que puede manifestarse como trastornos de ansiedad.