La economía estadounidense sumó 187,000 puestos de trabajo en agosto, regresando a la senda de crecimiento previa a la pandemia tras unos meses de enfriamiento, y pese a la agresiva subida de tasas de interés ejecutada por la Reserva Federal para frenar la inflación. Los expertos habían previsto un crecimiento de 170,000 empleos.
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La tasa de desempleo subió tres décimas hasta el 3.8%, según el informe del Departamento de Estadísticas Laborales, al aumentar en agosto en 514,000 las personas sin trabajo.
Incremento
Entre los trabajadores hispanos el desempleo creció en cinco décimas, hasta el 4.9%. El incremento en la tasa general de desempleo se debe a que ha aumentado el número de personas que tienen un trabajo o lo buscan, hasta su nivel más alto desde febrero de 2020, junto antes de la pandemia de coronavirus.
El sector sanitario fue el que más creció, con 71,000 empleos. Otros sectores destacados fueron ocio y hostelería (40,000); asistencia social (26,000;) y construcción (22,000). Por contra, el transporte y almacenamiento perdieron 34,000 puestos; y el sector de la información descendió en 15,000.
Aunque la tasa de desempleo sigue siendo baja, el aumento desde el 3,5% de julio ha sido notable, según expertos. Las cifras de crecimiento del empleo de junio y julio se revisaron a la baja en 110,000 puestos de trabajo combinados, lo que contribuyó a un panorama algo más débil de lo que se preveía.
Estabilidad laboral
“La buena noticia es que es una normalidad que favorece a los trabajadores más de lo que estamos acostumbrados en los últimos 25 años”, dijo Justin Bloesch, profesor adjunto de Economía en la Universidad de Cornell, en una entrevista con The New York Times.
Bloesch señaló que la estabilidad tiene sus propios beneficios porque es más probable que la gente forme parte de la población activa si confía en que podrá permanecer en ella durante un tiempo. “Aquí es donde empezamos a llegar al momento en que la duración de un buen mercado laboral importa más que su calidad”, dijo el experto.
Gran parte de la desaceleración se ha producido en sectores que están volviendo a niveles más normales tras la pandemia.