La psicología del color es un factor que incide en como nuestro entorno puede afectar a la salud mental. En esencia, tiene en cuenta cómo los distintos colores pueden influir en nuestro estado de ánimo, así como en nuestras emociones y comportamientos.
PUBLICIDAD
Así como también los colores que elegimos para decorar cualquiera de nuestros espacios pueden tener un impacto visual, pueden afectar el nivel emocional y aunque no lo creamos repercuten en el bienestar espiritual y mental de cada persona.
“Los estudios han demostrado que el azul y el verde pueden crear una atmósfera tranquilizadora; el naranja y el amarillo pueden estimular el apetito; el rojo y el rosa pueden inspirar pasión y energía; mientras que el morado puede impulsar la creatividad y la productividad”, reseñó Interempresas.
Impactos visuales de los colores y la salud mental
El amarillo es un color enérgico y estimulante que puede mejorar el estado de ánimo. Puede ser ideal para áreas sociales como la cocina o el comedor, además de inspirar tranquilidad, abundancia y riqueza.
Por otro lado, el azul es conocido por su capacidad para transmitir calma y serenidad. Es ideal para habitaciones donde buscas relajarte, como el dormitorio o un espacio de meditación. Asimismo, el rojo es un color apasionado y enérgico que puede evocar emociones intensas y que inspira una sensación de alerta e intranquilidad.
“Los tonos neutros como el blanco, el beige y el gris son versátiles y atemporales. Pueden brindar una sensación de calma y amplitud en cualquier habitación. Estos colores son ideales para espacios minimalistas y contemporáneos, y se pueden acentuar con elementos decorativos en colores más vibrantes”, enfatizó el portal.
Colores que transmiten tranquilidad
Elegir tonos verdes terrosos y mezclarlos con azules puede proporcionar un entorno relajante y rejuvenecedor para la mente y el cuerpo. El dormitorio, por ejemplo, un lugar donde dormir y revitalizarse.
Es por ello que tal espacio debe encarnar la tranquilidad para permitir un sueño de mayor calidad; una opción ideal para un dormitorio es un tono calmante de azul claro, combinado con un tono fresco de verde.