Aunque no suele ser muy común hablar sobre ello, los ejercicios en el agua son beneficiosos para la salud física y mental. Tanto para los niños como para los jóvenes y adultos mayores. Por ende, no solo le funcionan a quienes padecen lesiones.
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En general, “los ejercicios en piscina se asocian con personas mayores o con quienes se recuperan de lesiones, pero también pueden ser una forma de entrenamiento a intervalos de alta intensidad (HIIT, por su sigla en inglés) diferente y de menor impacto que el que se hace en tierra”, según NY Times.
Ejercicios en el agua, ¿por qué?
“El ejercicio acuático se refiere a cualquier tipo de entrenamiento que se haga en un cuerpo de agua que no consista en nadar. Por lo general, se realiza con agua a la altura del pecho, por lo que puedes empujarte con fuerza desde el fondo o trotar en el lugar mientras te beneficias de la resistencia que debe ejercer todo tu cuerpo”, según NY Times.
Ejemplo: “Es más fácil mantener el equilibrio sobre un pie sin caerse o hacer saltos explosivos en los que las rodillas llegan hasta el pecho”, subrayó.
“Hacer ejercicio en el agua no hace que tu corazón lata tan rápido como cuando lo haces en tierra debido a la presión hidrostática del agua, que empuja la sangre de regreso al corazón. Aunque es posible que sientas que no estás haciendo un buen ejercicio, hay razones para creer que sí lo haces”.
Incluso, “estudios han demostrado mejoras similares en el estado físico (tanto aeróbico como anaeróbico) entre los ejercicios acuáticos y los entrenamientos en cinta rodante en tierra”, como tal.
Rodillas reconstruidas
Los ejercicios en el agua son “especialmente beneficiosos para quienes no pueden realizar actividades de alto impacto en tierra. En el agua, incluso las personas con rodillas reconstruidas pueden correr y realizar saltos”.