Los bomberos de California lucharon contra tornados de fuego para intentar extinguir el incendio que devora la Reserva Nacional de Mojave, que ya cruzó al vecino estado de Nevada alimentado por las temperaturas récord y las fuertes rachas que avivan las llamas.
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El incendio York, como fue bautizado, cubría 120 millas cuadradas (284 kilómetros cuadrados) este lunes y sigue fuera de control. El fuego se inició el viernes cerca de la zona remota de Caruthers Canyon dentro de la vasta reserva natural, cruzó la frontera estatal a Nevada el domingo, y el humo llegó ya hasta el valle de Las Vegas.
Obstrucción de vistas
Una cúpula de humo ensombrecía el sol del mediodía en la avenida principal de Las Vegas este domingo, obstruyendo la vista de las montañas y de los suburbios que rodean la ciudad, y causando retrasos de hasta dos horas en el aeropuerto Harry Reid.
Un tornado (o torbellino, o remolino) de fuego es una columna de fuego giratoria que se forma cuando se combinan el calor intenso y los vientos fuertes, según el Servicio de Parques Nacionales.
Estos vórtices, que pueden tener desde unos pocos pies a varios cientos de altura, con diferentes velocidades de rotación, fueron vistos el domingo en el extremo norte del incendio en Mojave.
¿Cómo se forman?
Requieren de altas temperaturas para formarse, pero en Searchlight (Nevada), a 12 millas (19 kilómetros) de la frontera con California, la temperatura máxima el lunes fue de 100 grados Fahrenheit (38 centígrados), según el Servicio Meteorológico Nacional.
Las llamas, de hasta 20 pies (seis metros) de altura y avivadas por el viento, carbonizaron decenas de miles de acres de matorrales secos, bosques de pinos y enebros y los famosos árboles de Josué en las montañas del condado de San Bernardino, en California.
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Recuperación ambiental
Ileene Anderson, científica del Centro para la Diversidad Biológica, dijo que los bosques de pinos y enebros podrían tardar entre 200 y 300 años en recuperarse, y es poco probable que los matorrales y árboles de Josué vuelvan a crecer después dek catastrófico incendio.
“Cambiará el hábitat posiblemente de forma permanente”, afirmó.
Los ciervos y borregos cimarrones podrían quedar atrapados por las llamas, advirtió. Si alguno logra sobrevivir al incendio, sus recursos para vivir en un terreno carbonizado serán muy limitados.