Las uñas son la principal carta de presentación de una persona, si bien se utilizan las manos para saludar, para coger un objeto o para dar una caricia. Por esta razón, no hay que descuidarlas y es importante estar siempre atentos a sus señales.
Las uñas pueden reflejar la presencia de muchas enfermedades: enfermedades exclusivamente ungueales, de enfermedades de la piel o de enfermedades sistémicas.
Pueden atravesar diversos cambios de color, engrosarse, romperse en láminas, fisurarse, presentar agujeros en la superficie (lo que se conoce como pits), volverse rugosas, cambiar de forma y/o, presentar alteraciones en el tamaño o en el tejido periungueal.
Enfermedades de las uñas
Lúnula del dedo índice. Esta media luna puede desparecer o resultar muy pequeña cuando se tienen problemas de intestino, en las vías respiratorias superiores o problemas de páncreas. También, existe la lúnula en el dedo pulgar, que suele ser más grande que las demás y suele alertar de problemas en el bazo y pulmones.
Por otro lado, la lúnula en el dedo anular es más grande de lo normal puede avisarnos de un problema linfático o reproductivo. Y en caso de ser poco visible, el problema tenga que ver con el metabolismo.
A su vez, se pueden presentar lúnulas en el dedo meñique anunciando que existe un problema con el intestino delgado, corazón y riñones. Y si es ‘invisible’ puede ser una advertencia por la presión sanguínea.
Es importante resaltar que dentro de las enfermedades exclusivamente ungueales se encuentran las infecciones (por hongos, bacterias o virus) y las lesiones traumáticas(hematomas).
Causas
Las principales causas del comienzo de una enfermedad de las uñas y que hay que evitar son: el frío, el agua, sustancias alérgicas, morderse las uñas, golpes, algunos productos químicos de mala calidad, manicuras agresivas o uñas postizas que produzcan alergia.
También, se recomienda mantener las uñas bien cortadas y no tocar la cutícula (el límite entre la uña y la carne).