El ombligo es la cicatriz que el cordón umbilical dejó el día de nuestro nacimiento. A pesar de que no es útil, se rodea de algunas curiosidades, como la capacidad de albergar más de 2.000 especies diferentes de bacterias y ser el foco de diversas enfermedades.
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Cuando el ombligo tiene pliegues puede acumular suciedad y generar bacterias que desencadenan mal olor e infecciones. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja que las duchas no deben durar más de cinco minutos y recomienda hacer una buena limpieza en esa zona.
De alargar el tiempo bajo el agua, eliminaremos de forma inconsciente bacterias y microorganismos que son necesarios y protegen la piel.
Así debes limpiarte el ombligo
El ombligo también es hogar de bacterias. En concreto, de 2.368 especies, de acuerdo con un estudio en el que participaron siete universidades de Estados Unidos. Para el trabajo, se analizaron un total de 60 ombligos y aconsejaron estas maneras de cómo darle una buena higiene.
La limpieza debes realizarla con agua y jabón, no necesitas ningún producto especial a no ser que el médico te lo haya recomendado por algún motivo. La otra opción es utilizar una toalla pequeña, suave y humedecida. Luego, se debe frotar y secar.
Igualmente, puedes limpiar el ombligo con un bastoncillo de los que son para limpiar los oídos. Imprégnalo con agua y jabón y limpia bien el interior del ombligo, finaliza secando con una toalla suave, con mucho cuidado para retirar la suciedad.
Significado de ombligo hacia afuera.
Hay dos razones principales por las que hay personas con el ombligo abombado hacia fuera. Varios expertos sostienen que una de ellas es congénita: simplemente, resulta la forma de nacimiento, que presenta una protrusión hacia el exterior.
“Una pequeña hernia umbilical que genera ese abombamiento, en cuyo caso estaría indicado, no solo corregir la forma del ombligo, sino también la hernia”, señaló El Periódico.
