Los agentes federales están investigando la muerte de cinco burros silvestres que recibieron disparos de arma de fuego en el parque nacional de Death Valley, California.
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Las autoridades indicaron en un comunicado que es ilegal disparar un arma dentro de un parque nacional y advirtieron que los cadáveres de los animales contaminados podrían ser dañinos para especies carroñeras, “que inadvertidamente ingieran el plomo tóxico cuando se alimenten de los animales”.
Especie invasiva
Los burros silvestres del desierto de California están considerados como una especie invasiva. Sus poblaciones crecen aproximadamente un 20% cada año, no hay predadores naturales que ayuden a controlar su crecimiento y compiten por recursos con otras especies nativas como los carneros, según el comunicado.
Los burros no solo se alimentan de la escasa vegetación en la zona, sino que también la lastiman al pisarla y ensucian los manantiales del desierto, perjudicando a otros animales nativos. A menudo también dañan sitios culturales y arqueológicos, reportó la estación News3LV.
Acciones irresponsables
Sin embargo, las autoridades aclararon que la muerte de los cinco animales esta semana no fue parte de uno de sus esfuerzos por removerlos de ese habitat para reubicarlos en otro y calificaron las acciones de los responsables como “irresponsables”.
Funcionarios encargados de proteger la vida silvestre solicitaron ayuda al público con información sobre los responsables de la muerte de los burros, comunicándose a la línea de servicio de los parques nacionales (202 379-4877).
Población de burros silvestres
En 2022 había más de 4,000 burros silvestres en Death Valley, según datos oficiales.
Los animales llegaron al estado de California en la época de la colonia de la Nueva España, introducida por exploradores de la región.
