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Ayuno intermitente, ¿realmente beneficia?

En el caso del ayuno intermitente, se propone ampliar el rasgo de horas de no ingesta.

La alimentación no sigue unas reglas estructuradas que se puedan aplicar a todo el mundo, por eso no podemos decir que el ayuno intermitente se pueda recomendar en general, puesto que depende de varios factores.

En el caso del ayuno intermitente, se propone ampliar el rasgo de horas de no ingesta, por ejemplo, a 16:8, uno de los métodos más eficientes. Es decir, pasar 16 horas sin comer (sí se permite beber agua, café o té) y después ocho horas volver a la ingesta de alimentos.

El ayuno intermitente te permite comer prácticamente lo que quieras durante los horarios establecidos, pero lo lógico es optar por alimentos saludables. Sin embargo, no se debe usar como excusa para luego ingerir alimentos altamente procesados, porque de ser así, no tendría sentido hacerlo.

Beneficios del ayuno intermitente

“El ayuno intermitente sube tus defensas protegiéndote, incluso, del cáncer, potencia la cognición, levanta el ánimo e impulsa factores epigenéticos que retrasan el envejecimiento, junto a otra serie de factores beneficiosos para tu salud, el ayuno es sinónimo de salud”, aseguró el médico José Luis Cidón.

Aparte, dijo, de acuerdo con Cool Live Style: “Desde que se descubre que con ayuno intermitente se produce ‘autofagia’, proceso por el que la célula descompone y destruye proteínas viejas, dañadas o anormales. Los productos de la descomposición se reciclan para funciones celulares importantes”.

El hecho de realizar ayuno intermitente permite también ayuda a reducir grasa, especialmente en personas obesas, en quienes entrenan fuerza. En este sentido, potencia la sensibilidad hacia la insulina y aporta grandes beneficios al ayudar a combatir el estrés oxidativo.

Visión de expertos

El autor de libros como “A comer se aprende” o “Vegesanísimo”, Álvaro Varga, coíncide en los múltiples beneficios que se obtienen al aplicar los ayunos intermitentes. El experto explicó que las conclusiones respecto a la pérdida de peso son casi nulas.

“No se producía de forma relevante. Tampoco se concluyó que el ayuno intermitente tuviese un efecto en el microbiota intestinal ni en la reducción de microbiota”, detalló.

Cidón manifestó: “El que haya personas que creen que el ayuno no es bueno, se debe fundamentalmente a la falta de información. Eso me ha llevado a escribir este libro, para poder abordar el tema desde una perspectiva científica, pero al alcance de cualquiera”.

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