La violencia no cesa en los Estados Unidos y esta vez un acto ilógico y salvaje pone en peligro la vida de una nena de tan solo seis años y su padre, luego de que Robert Louis Singletary, de 24 años, atentara contra sus vidas con un arma de fuego luego que las victimas entraran en su patio para buscar una pelota de baloncesto.
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El hecho se originó este martes 18 de abril en Carolina del Norte y dos días después, el responsable de los hechos se entregó de manera voluntaria a la oficina del alguacil del condado de Hillsborough en Tampa, Florida, a unas 600 millas de distancia del tiroteo.
Detención y cargos
Desde el pasado martes, Singletary era buscaba arduamente por todo los Estados Unidos por el tiroteo el cual le generó cuatro cargos de intento de asesinato en primer grado, dos cargos de agresión con arma mortal con intención de matar causando lesiones graves y un cargo de posesión de arma de fuego.
Al momento que se entregó no tenía ninguna identificación, pero las autoridades locales finalmente pudieron confirmar su identidad y notificar a la policía de Carolina del Norte que estaba bajo custodia. Está previsto que comparezca ante un tribunal de Florida este mismo viernes 21 para determinar pronto su extradición.
El fiscal de distrito del condado de Gaston, Travis Page, prometió responsabilizar a Singletary y le dijo a WBTV, afiliada de CBS, que “nos aseguraremos de ser claros y fuertes. La gente del condado de Gaston verá y escuchará nuestro compromiso con ese enjuiciamiento cuando el caso llegue a los tribunales”.
Robert Singletary ya fue condenado en 2017 por asalto criminal con un arma mortal con la intención de matar o infligir lesiones graves, y fue puesto en libertad condicional en septiembre de 2020, según el Departamento de Corrección de Adultos de Carolina del Norte. En diciembre de 2022, también estuvo involucrado en un acto de violencia y fue acusado de agredir a su novia con un martillo.
Por su parte, William White permanece en estado grave en un hospital de Charlotte al sufrir daño pulmonar y hepático, y su hija, Kinsley White, de 6 años, por suerte no sufrió un mal mayor y ya fue dada de alta del hospital después de que le quitaran fragmentos de bala en su mejilla.
