El zar antidrogas de la Casa Blanca declaró que el fentanilo mezclado con xilacina, un potente sedante veterinario no opioide que no está aprobado para el consumo humano y que fue relacionado con un creciente número de muertes por sobredosis en Estados Unidos, representa una “amenaza emergente” en el país.
PUBLICIDAD
La declaración del doctor Rahul Gupta, director de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas, exige al Gobierno federal que elabore un plan para hacer frente a la crisis y le da un plazo de 90 días para presentarlo, así como 120 días para enviar directrices de aplicación a las agencias federales, entre otras medidas.
“Como asesor del presidente [Joe Biden] en política antidroga, estoy profundamente preocupado por lo que esta amenaza significa para la nación”, manifestó Gupta, “debemos actuar y actuar ya”, indicó.
Amenaza emergente
El anuncio de Gupta marca la primera vez que una Administración presidencial ha etiquetado formalmente una droga ilícita como una “amenaza emergente” y luego ha requerido que el Gobierno federal tome medidas adicionales, una autoridad legal que obtuvo bajo la Ley SUPPORT firmada por el ex presidente Donald Trump en 2018.
Investigación
Las investigaciones han demostrado que los opioides como el fentanilo se combinan cada vez más con xilacina y se venden en el mercado de drogas ilícitas, según los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés).
El consumo de estas dos sustancias mezcladas ha agudizado la crisis de adicción en todo el país.
Xilacina
La xilacina no está aprobada para uso humano, y su ingestión puede causar efectos graves y potencialmente mortales, según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Las personas que se la inyectan pueden sufrir heridas en la piel o hasta necrosis (cuando el tejido se pudre o se muere). Si estos síntomas no son tratados, las lesiones pueden provocar una amputación, de acuerdo con la Administración para el Control de Drogas (DEA).
PUBLICIDAD
Este fármaco fue aprobado por la FDA para uso veterinario en 1972, y suele ser utilizado en caballos, vacas, ovejas y otros mamíferos no humanos como sedante y analgésico, según la FDA.
Gupta señaló que el Gobierno federal tendrá en cuenta que la xilacina es usado de forma “legítima” en el sector veterinario y la industria agrícola, pero que trabaja para “atajar” la producción y distribución ilícitas de esta sustancia.
La Casa Blanca ya ha dado la voz de alarma sobre la proliferación del consumo de este sedante. La DEA emitió una alerta el mes pasado advirtiendo de “un fuerte aumento del tráfico de fentanilo mezclado con xilacina”.