En esta época muchas son las personas que tienen mocos, fiebre o malestar. Pese que los niveles de polen están incrementándose, en el entorno todo son mocos y generalmente se confunde la alergia con el resfriado.
A nivel mundial, varios países poseen altas concentraciones de polen y, aunque pueda sacar de foco, las alergias por esta situación prevalecen; árboles como las cupresáceas y alisos empiezan la floración en la época invernal.
Síntomas de la alergia
“La patología de las alergias al polen en invierno incluye síntomas tales como picores en la nariz y los ojos, además de mucosidad, irritación de garganta, estornudos y cansancio. Algunos de estos síntomas son compatibles también con los resfriados, salvo los picores de ojos y nariz”.
Por ejemplo: en la alergia no hay fiebre, el goteo en la nariz es normal; la congestión nasal al igual que los estornudos resulta normal. Tampoco aparecen las molestias y dolores generales.
En cambio, algunas veces cobra vida el cansancio, debilidad y tos, respectivamente.
Tratamiento diferente
A diferencia del resfriado, que se trata con reposo, descongestionantes, medicamentos para aliviar el dolor, la alergia puede durar varias semanas y se trata con descongestionantes, atomizadores nasales, antihistamínicos.
“El tratamiento de un resfriado común puede incluir reposo, medicamentos para aliviar el dolor o descongestionantes, y la duración puede ser de 5 a 7 días, aunque algunos pueden prolongarse por hasta dos o tres semanas”.
Por ende, el resfriado y la alergia no son lo mismo a pesar de la existencia de una línea delgada entre ambos.
Con respecto al significado de los mocos, que son negros, verdes, rojos, amarrillos, naranjas, se conoció que “el color y la intensidad de la mucosa puede dar pistas sobre la colonización bacteriana, siendo el menor grado cuando es transparente y en mayor cuando es más oscura”.