Una gran cantidad de personas se refieren a las ventajas de tomar vitaminas para la memoria. Otras están en desacuerdo. De hecho, prefieren evitar por completo su consumo.
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La profesora de psicología Alejandra Vallejo-Nágera habló sobre los factores que hacen que nos olvidemos de varias cosas. “La edad influye, pero más que la ganancia de años, son la prisa, la aceleración y la falta de atención los mayores enemigos de la memoria”.
A tal grado: “Olvidamos por falta de uso y porque no prestamos interés a las experiencias, detalles u acontecimientos que tenemos enfrente. Por otro lado, el exceso de estímulos produce interferencias que impiden el correcto almacenamiento de datos. El estrés tóxico pone tu cerebro en carne viva a golpes de ruido mental hasta que el sistema se bloquea”.
No hay secretos para la fortalecer memoria
El jefe de Neurología del Hospital de Guadalajara y profesor de Neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Alcalá, Antonio Yusta Izquierdo, declaró: “La mejor vitamina para el cerebro es un estilo de vida sano.
Este incluye un buen control de la tensión arterial y del azúcar en sangre, ejercicio físico al menos 3 día por semana (30 minutos a un ritmo de 5km/hora y con pendiente) y estimulación cognitiva”. En definitiva, no hay secretos, cuidar al cerebro requiere los mismos ingredientes que cuidar el resto de tu cuerpo.
Los especialistas alegan que “siempre será más sano tomar un plato de sardinas, una ración de mejillones o unas legumbres, que ingerir fármacos”.
El “efecto de la sonrisa que produce un reflejo en el cerebro gracias al que se liberan endorfinas, lo que mejora la capacidad de retención de nuestra memoria. Si a esto le añadimos, dormir las horas adecuadas en función de la persona y evitar tratamientos para el insomnio que no estén controlados por un médico, lograremos potenciar la memoria de fijación”, manifestó.
Subrayó Antonio Yusta en declaraciones con Telva: “A no ser que tengamos enfermedades o tratamientos médicos a largo plazo (como la necesidad de Omeoprazol, que altera la absorción de la vitamina B12) que impidan la buena asimilación de los nutrientes o, por ejemplo, hayamos sido sometidos a una cirugía bariatrica, no son necesarias (en realidad producen un efecto placebo). En caso de recurrir a ellas, siempre deben tomarse bajo un estricto control médico”.