De acuerdo con diversas investigaciones, las mujeres sufren con más frecuencia del lupus eritematoso sistémico (LES) que los hombres. Específicamente, 10 veces con mayor periodicidad.
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Suele ser una patología multisistémica, progresiva y crónica que se ve en jaque cuando prolifera el consumo de alcohol; dentro de varias especialidades médicas pueden prevalecer pacientes con tal enfermedad, bien sea de pediatría, neurología, nefrología, medicina general, reumatología.
El lupus no es una enfermedad común, pese que se encuentra en todas las zonas climáticas, así como en Estados Unidos, México, Chile, España, y de más países a nivel mundial, manifestó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
¿Cómo se agrupa el lupus?
Científicos informan que se presenta en ciertos grupos étnicos, en personas mestizas mexicanas, mujeres estadounidenses de raza negra, por ejemplo. Sobre todo, en familias en general.
En cuanto a los síntomas, hicieron énfasis en las úlceras en la boca, pérdida de cabello, fiebre sin causa conocida, dolor o hinchazón en las articulaciones, glándulas inflamadas, sensibilidad al sol.
Las investigaciones de la patología no paran; estudiosos de la Universidad de Erlangen-Núremberg, en Alemania, encontraron conseguido resultados esperanzadores en la mejora de los síntomas.
Resultados positivos
Tanto en un hombre como en cuatro mujeres se ha logrado remitir el lupus eritematoso sistémico a través de una terapia CAR-T, puesto que permanecían con la enfermedad activa. Y es que, a pesar utilización de diversos tratamientos convencionales, no se veían resultados beneficiosos.
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En este sentido, Ricard Cervera, jefe del Servicio de Enfermedades Autoinmunes del Hospital Clínic de Barcelona, vicepresidente segundo de la Sociedad Española Multidisciplinar de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas (SEMAIS), detalló en qué consiste.
“En primer lugar, se extraen del propio paciente linfocitos T, que son células del sistema inmunitario (también conocido coloquialmente como las “defensas” del organismo); posteriormente, esos linfocitos T se modifican en el laboratorio, haciendo que sean capaces de reconocer otras células del propio sistema inmunitario pero que son dañinas”.
Incluso, estos aluden a los linfocitos B, que generan las manifestaciones del lupus, atacan a los órganos, aparte del sistemas del cuerpo. Esos linfocitos T modificados se vuelven a infundir en el mismo paciente para que efectúen la destrucción de los linfocitos B dañinos”, añadió.