Con el funeral de Estado más multitudinario de la historia británica, este lunes 19 de septiembre dieron el último adiós a la reina Isabel II. El entierro de la monarca fue en la capilla que lleva el nombre de su padre el rey Jorge VI, situada en el castillo de Windsor.
Tal como estaba planificado, a las 10:40 de la mañana sacaron el féretro de la monarca de la Sala de Westminster. Su ataúd iba en el carruaje de armas que se usó por primera vez para el funeral de la reina Victoria.
Rodeado de la Guardia de Honor real, todos rendían honores a la reina, mientras salía en proceso a la Abadía de Westminster, donde harán la misa de cuerpo presente, en la que asistirán presidentes, los reyes de España y Jordania, embajadores, así como miembros de las casas reales de Europa y el mundo.
Detrás del cortejo fúnebre, compuesto por unas 300 personas, además de una milla y cuarto de largo, según Royal Central, iban sus hijos, el rey Carlos II, la princesa Ana, los príncipes Eduardo y Andres; también iban sus nietos el príncipe Guillermo y Harry, pero a este último no se le permitió llevar el uniforme militar.
Luego de la misa, el cortejo llevó a la monarca en su último viaje por Londres. Miles de personas estaban apostadas en las calles de la capital de Inglaterra. Lanzaban flores a Su Majestad, cuyos restos ahora iban en un carro fúnebre real, mientras las campanadas del Big Ben sonaban despidiéndose y rindiéndole tributo.
El destino: la capilla que lleva el nombre de su padre, el Rey Jorge VI, ubicada en el castillo de Windsor, donde hicieron una ceremonia privada para sepultarla. En la ruta para llegar allí, pasaron por el Arco de Wellington en el centro de Londres, también por el Palacio de Buckingham y el Royal Albert Hall.
Despedida en casa
El trayecto a Windsor estuvo custodiado por unos 2.300 agentes de la policía, informó la Policía Metropolitana de Londres, según reseñó Efe.
Ya en el castillo de Windsor, su casa, los empleados de la reina la esperaban para verla llegar por última vez. Sus perritos corgis Muick y Sandy estaban a un lado para verla pasar.
A la reina la sepultaron junto con sus padres, el rey Jorge VI, su madre, la reina Isabel madre, y su difunto esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo.