Muchas son los rumores entorno a la reina Isabel II del Reino Unido, Queen Elizabeth, sobre lo que ama consumir, beber y comer, ¡de forma saludable! Sin duda, las preguntas e inquietudes cada día son más con respecto a los gustos e intereses que posee.
PUBLICIDAD
El chef Darren McGrady, quien durante 15 años trabajó con la Corona Británica, habló acerca de la bebida que adora la monarca y cómo debe estar para que se la tome. Informó que su predilecta resulta el té: “El té tiene que estar caliente”.
Explicó el proceso: El té tiene que ser agua hirviendo por encima, tiene que dejarse reposar durante cinco minutos, esa es la parte más importante. Es muy, muy importante cuando se prepara té, es que se haga en una tetera, eso es un verdadero taza de té.”
¿Dónde toma té Queen Elizabeth?
Queen Elizabeth es una dama empedernida por el té. En declaraciones con Coffee Friend, McGrady lo confirmó. “Se tomaba el té de la tarde todos los días, dondequiera que estuviera en el mundo (…)”, en cualquier parte para relajarse bien.
Agregó: “(…) Si estábamos en el Palacio de Buckingham y ella estaba sola para tomar el té, o si invitaba al príncipe Guillermo a acompañarla, o si organizaba una fiesta en el jardín para 6000 personas o, incluso, si ella estaba en el Royal Britannia en Australia”.
Recuerda como ayer el hecho. “A la reina le encanta el té de la tarde, diría que es probablemente una de sus comidas favoritas. Ciertamente, cuando yo estaba allí, ella se sentaba religiosamente a tomar el té”, subrayó.
Menú preferido
En el menú preferido de la reina Isabel II, que el pasado 21 de abril apagó su velita 95, no podía faltar dos tipos de sándwiches, con los cuales acompañaba el té. Tampoco, un pastel pequeño, el té Earl Grey y bollos.
El experto en gastronomía aseveró que “un día serían bollos simples, al día siguiente serían bollos de frutas con pasas. Fue muy importante la forma en que se alternaron”. Por ende, el pastel de hoy no es el mismo de mañana, tampoco los bollos. De ello, estaban al tanto los chefs del Palacio de Buckingham.
Sostuvo: “Tanto es así, que los chefs de Buckingham llamaban al Castillo de Windsor un lunes por la mañana y preguntaban qué sabor de bollos tenía la reina el día anterior, solo para asegurarse de que no sirviéramos lo mismo”.