No cabe la menor duda que uno de los personajes más mediáticos, controvertidos y, sobre todo, peligrosos de lo que va de este siglo XXI es Kim Jong-un, líder absoluto y dueño total de Corea de Norte.
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Un 18 de julio del 2012, recibía la última condecoración militar y máximo título de rango conocida como mariscal del Ejército Popular del país, que lo habilitó a ser el presidente del país asiático. Desde el entonces, sus actuaciones y discursos han sido constantes amenazas para toda la paz en el mundo.
Camino al poder
Todo comenzó cuando meses antes, exactamente el 28 de diciembre del 2011, falleciera quién era el líder del país y también su padre, Kim Jong-Il. Para ese momento le faltaban diez días para cumplir 29 años y ahora en la actualidad es dueño de los títulos de secretario general del Partido del Trabajo de Corea, presidente de la Comisión Militar Central, presidente de la Comisión de Defensa Nacional, comandante supremo del Ejército del Pueblo Coreano y miembro del Presidium del Comité Permanente del Politburó del Partido del Trabajo de Corea.
Kim Jong-un recibió su educación principal en la ciudad europea de Berna, Suiza. El político y militar es sabido gracias a distintas declaraciones y entrevistas que habla perfectamente el inglés y alemán.
Manía nuclear
Su mandato siempre estuvo marcado por la pauta de fortalecimiento interno y amenaza externa nuclear, esta segunda característica casi siempre dirigida a su vecino país, Corea del Sur y a su acérrimo rival de potencia, Estados Unidos.
Es de poco aparecer a la luz pública, no obstante, entre sus últimas apariciones comentó que: “se continúa dando pasos para fortalecer y desarrollar nuestras capacidades nucleares a un ritmo más rápido. En anticipo de la turbulenta situación política y militar y todo tipo de crisis futura aumentaremos nuestra fuerza nuclear a la mayor velocidad posible”.
El controvertido líder, reconocido por millones de personas alrededor del planeta como “dictador”, alega que el cargamento de armamento nuclear es única y exclusivamente para la disuasión, pero en otra de sus últimas declaraciones alertó sobre que si se llegase a la determinación de sentirse amenazados, dichas armas serán accionada contra sus enemigos con una simple tocada del “botón rojo”, situación que según él iniciaría la tercera guerra mundial.
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Llamativas restricciones locales
Con la finalidad de sembrar miedo y mantener el poder total de su población, algunas de las decisiones y restricciones locales pueden llegar a ser mucho más que insólitas e ilógicas. Por ejemplo, las personas que sean descubierta mirando series o películas extranjeras, así también con vestimenta de ropa y dialectos o frases de otros países, por ley serán castigados severamente por la justicia con medidas carcelarias.
Según los medios internacionales, la persecución no se centra exclusivamente en los productos audiovisuales. Recientemente, Kim Jong-Un escribió una carta en medios estatales pidiendo a la Liga Juvenil del país que tome medidas enérgicas contra el “comportamiento desagradable, individualista y antisocialista” entre los jóvenes. Su intención, con esa misiva, sería acabar con el habla extranjera, los peinados y la ropa que él describe como “venenos peligrosos”.
Otra de las alocadas restricciones de Kim es la prohibición de perros como mascotas, ya que según él es un lujo “innecesario y burgués”, por lo cual la orden directa es confiscar a los animales de Pyongyang, la ciudad capital de Corea del Norte.
Muchos son los que aseguran que dichos caninos son usados para resolver la escasez de comida que afecta a gran parte del país y según la prensa internacional éstos son trasladados a zoológicos públicos para que se reproduzcan o puedan ser vendidos a restaurantes que ofrecen carne de perro, atípica gastronomía normal en la nación.