Una mujer de origen venezolano deberá enfrentarse a una posible demanda judicial por llevarse unos AirPods en el lugar donde trabajaba y debido a eso podrían negarle su solicitud de asilo en los Estados Unidos.
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La venezolana, que prefiere mantenerse en el anonimato, llegó hace cinco años a territorio estadounidense y empezó a trabajar para una compañía de mantenimiento en Houston.
“No voy a decir mi nombre porque no quiero llevar una etiqueta sobre mis hombros, pero tenía un trabajo estable, con beneficios, en una compañía sólida en Houston. Formaba parte del equipo de mantenimiento, y un día me encontré mientras limpiaba unos AirPods (audífonos inalámbricos)”, relató la mujer.
Luego de eso, empezó su calvario. “El error no solo me costó mi trabajo sino que también me llevará a la corte. Tengo miedo sobre las consecuencias que le podría traer a mi solicitud de asilo; y lo que me costará de ahora en adelante cuando chequeen mis antecedentes”, expresó la mujer en un testimonio emitido en la cuenta en Instagram @utahzolano.
Todos los errores que cometió la mujer por llevarse los AirPods
La venezolana admitió los errores que cometió y ahora desea compartirlos para que otras personas no tengan que vivir por lo que ella está pasando.
“No reporté lo que me encontré a mi supervisor. Pensé ‘todo el mundo lo hace’ y escondí los audífonos y me los llevé. No tenía ni idea que esos aparatos tienen un GPS donde se puede ver la ubicación. La policía fue hasta donde vivo. Los vi por la ventana. La ubicación no fue la exacta, así que no tocaron mi puerta. Yo sabía que me estaban buscando y me pregunté ¿por qué lo hice?”, explicó.
Después un amigo le dijo que los AirPods tienen la opción de ser rastreados. “Imagino que la policía detectó que coincidía casi perfectamente la ubicación de los aparatos con mi dirección. Al ser personal de la compañía cruzarían la base de datos”.
Después de eso la mujer aconsejó que jamás se lleven algo que no es suyo, en especial si son migrantes: “Me iba a morir cuando me llamaron para decirme que no podía regresar a mi trabajo. Tuve que entregar mi carnet y regresar mi uniforme. Esa puerta allí, yo misma la cerré. Estoy buscando trabajo. Pero sinceramente no creo que una compañía grande me vuelva a contratar. Estoy profundamente arrepentida, no pasen por esto”.